El uso de animales en la robótica no es nada nuevo. Como inspiración o utilizándolos directamente. Por ejemplo, hace unos meses, hablamos de unos investigadores estadounidenses que habían recurrido a arañas muertas para crear garras robóticas. En algunos casos, aunque exista debate ético al respecto, se experimenta con ellos cuando todavía están vivos, como ocurre con el estudio del que vamos a hablar hoy.
Josephine Galipon, investigador de la Universidad de Tohoku (Japón) y su equipo han planteado el uso de insectos, invertebrados, para agarrar objetos complicados de coger. "No lo consideramos como un reemplazo de la robótica, sino como una especie de nueva dirección o una nueva forma de hacer biología y robótica", ha comentado el autor principal del estudio.
En concreto, han empleado cochinillas y quitones (moluscos marinos) para crear pinzas que permiten que se adhieran mejor a las cosas. Para unir los animales a los robots, los investigadores fabricaron carcasas personalizadas impresas en 3D.
Una de las pruebas consistía en que las cochinillas cogiesen y girasen un trozo de algodón durante 2 minutos y, después, los soltaron. En otra se utilizaron quitones, que agarraron cilindros de distintos materiales (corcho, madera y plástico) bajo el agua, aunque costó que lo soltaran finalmente.
Sobre los problemas éticos del uso de animales, Galipon asegura que los invertebrados no sufrieron daños y, posteriormente, fueron devueltas a su hábitat. "Especialmente para los animales sintientes, nos gustaría establecer una especie de interacción mutua con una relación de cooperación".
Apúntate a nuestra newsletter y recibe en tu correo las últimas noticias sobre tecnología.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios