Oskar Hellqvist (emprendedor) y Love Hultén (artista audiovisual y carpintero) desarrollaron una máquina llamada CHD-4 para producir ritmo y música donde no los hay.
A simple vista, dicho aparato parece un tocadiscos, pero en lugar de tener la grabación de un sonido lineal grabado en espiral, utiliza cuatro anillos concéntricos que tienen un patrón de latidos del corazón de niños que sufren enfermedades cardíacas.
Los latidos se capturan con una máquina de electrocardiograma y CHD-4 puede reproducir los patrones juntos o individualmente, como se puede visualizar en el vídeo.
Este dispositivo nace la situación de Hellqvist. Cuando nació el segundo hijo del emprendedor con una cardiopatía congénita "decidió canalizar su angustia en el arte", señala Fast Company.
Love Hultén añade a dicho medio que a Hellqvist "le costó mucho hacer frente a la situación y luchó por convertirla en algo tangible. Oskar se puso en contacto conmigo a través de Teenage Engineering para ver si estaba interesado en construir una pieza en nombre de la Fundación Sueca Heartchild. El objetivo era capturar el núcleo de este problema, transformándolo en algo nuevo y hermoso".
Por otro lado, Fast Company indica que CHD-4 se subastará para crear conciencia sobre las enfermedades cardíacas, que afectan a 3,1 millones de niños cada año. Asimismo, todos los ingresos se destinarán a la Fundación Sueca Heartchild, una organización sin fines de lucro que apoya a los menores que nacen con enfermedades cardíacas congénitas.
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