Un software de conteo 'pilla' a una empleada en remoto sin cumplir con su horario: le obligan a devolver parte de su sueldo

Muchas empresas han adquirido software de supervisión durante el trabajo en remoto para controlar a sus trabajadores.
Muchas empresas han adquirido software de supervisión durante el trabajo en remoto para controlar a sus trabajadores.
Vlada Karpovich de Pexels
Muchas empresas han adquirido software de supervisión durante el trabajo en remoto para controlar a sus trabajadores.

El teletrabajo o trabajo híbrido (combina trabajo en casa y en la oficina) fueron medidas que algunas empresas adoptaron a raíz de la pandemia y hay varias que han decidido mantenerlas pese a que ya se haya vuelto a la normalidad. Por ello, existen compañías que han optado por comprar herramientas que monitorizan lo que sus empleados hacen en el ordenador durante la jornada laboral.

Una de las firmas que utilizaba un servicio de monitorización a distancia era Reach CPA, una empresa en la que una canadiense llamada Karlee Besse fue contratada como contadora. La trabajadora se encargaba de sus tareas desde su casa, en la provincia Columbia Británica (Canadá), pero, a la vez, realizaba actividades que no tenían que ver con su trabajo.

Según ha explicado Reach CPA, usaron el sistema de supervisión TimeCamp en el ordenador de trabajo de Besse después de que su trabajo estaba por "encima del presupuesto y atrasado". Con la herramienta, descubrieron que la trabajadora había desperdiciado 50 horas en "tareas no relacionadas con el trabajo en el tiempo de la empresa" y que habían "identificado irregularidades entre sus hojas de tiempo y los registros de uso del software".

A causa del software que registraba lo que hacía durante su jornada, la marca que la tenía contratada se percató de sus tareas extralaborales y la acusó de "robo de tiempo". Por supuestos "salarios impagos" y por indemnizaciones por "despido injustificado", Reach CPA exigió una compensación de 5.000 dólares (unos 4.606 euros).

La defensa de Besse argumentó diciendo que el tiempo que los archivos de trabajo habían permanecido abiertos sin que los usase se habían destinado a "imprimir documentos sobre lo que habría estado trabajando". Pero el Civil Resolution Tribunal parece que ha dado la razón a la compañía.

De esa cifra inicial que la empresa pidió, Besse finalmente tendrá que pagar aproximadamente la mitad: 2.498 dólares (unos 2.391 euros) en "salarios devueltos".

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