Crisis en la Estación Espacial: el misterio de las naves rusas que se averían y el destino de los astronautas atrapados

El plazo de solicitudes acaba el 9 de septiembre.
Los astronautas se quedaron 74 días atrapados.
©[WikiImages] via Pixabay.com.
El plazo de solicitudes acaba el 9 de septiembre.

El pasado 14 de diciembre de 2022, los cosmonautas Serguéi Prokopyev y Dmitri Petelin estaban listos para hacer una caminata espacial rutinaria desde la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). Sin embargo, de repente, captaron un chorro blanco que salía de la nave espacial rusa Soyuz MS-22, acoplada a la estación desde el mes de septiembre.

La Soyuz MS-22 había sido el vehículo en el que Prokopyev, Petelin y el astronauta americano Frank Rubio habían viajado a la ISS desde Kazajstán. Según lo previsto, los tres regresarían de nuevo a la Tierra en esta nave este mes de marzo. Pero parece que el destino tenía otros planes.

El chorro blanco que salía de la cápsula espacial el pasado 14 de diciembre, que algunos describieron como 'copos de nieve', resultó ser líquido del sistema de refrigeración, componente esencial para mantener la temperatura de la cápsula en el momento del reingreso a la atmósfera (recordemos que estos vehículos aguantan temperaturas de más de 1.600 grados cuando entran). 

Desde tierra, los controladores aeronáuticos consiguieron mantener la temperatura estable ventilando la nave gracias a una escotilla abierta hacia la EEI. No obstante, volver a usar la cápsula estaba descartado: la temperatura aumentaría "rápidamente" si se cerrara la mencionada escotilla, según explicó en rueda de prensa Sergei Krikalev, jefe de programas espaciales tripulados de Rusia.

Esta inesperada fuga dejaba una situación fuera de lo normal en la EEI: tres de las siete personas que formaban parte de la tripulación no tenían una nave espacial operativa para regresar a la Tierra.

Según afirmó Rusia, los astronautas no corrían ningún tipo de peligro debido al fallo en la nave, pero sí era urgente encontrar una solución, puesto que la tripulación 'atrapada' no tenía vehículo de evacuación en caso de que se produjera una emergencia en la EEI.

Como era de esperar, la agencia espacial rusa Roscosmos buscó un camino para 'liberar' a los astronautas Prokopyev, Petelin y Rubio de su estancia en la Estación Espacial Internacional. Finalmente, se decidió enviar la nave Soyuz MS-23 el 24 de febrero de este año.

La odisea continúa

Como decimos, tras 74 días de 'vacío', sin saber cómo y cuándo podrían volver a casa, los cosmonautas y el astronauta estadounidense pudieron por fin dormir tranquilos la noche del lunes, sabiendo que finalmente tenían una vía para salir de la EEI.

Aunque con la llegada de la nave Soyuz MS-23 este mes de febrero se ha solucionado el regreso de Prokopyev, Petelin y Rubio, Roscosmos ha decidido alargar su misión hasta septiembre para que investiguen los fallos del vehículo espacial

Así, salvo emergencia, los tres astronautas no volverán a casa hasta después del verano (seis meses más tarde de lo planeado originalmente), lo que hará que posiblemente batan el récord de estancia en la ISS.

Otra nave rota

Por si fuera poco, en febrero, las autoridades de Rusia detectaron otro agujero en la nave de carga (no apta para la tripulación) Progress MS-21 provocado por "un micrometeorito" que solo causó "daño externo", según explicó Yuri Borisov, jefe de Roscosmos. Fue una perforación en la zona del módulo de servicio que apenas medía un milímetro de diámetro.

Prokopyev, Petelin y Rubio deberán también investigar qué sucedió con esta cápsula, ya destruida porque se desintegró en la atmósfera al desengancharse de la Estación Espacial Internacional.

La nave Soyuz averiada tendrá un destino similar.

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