La semana pasada se canceló una caminata espacial de dos cosmonautas rusos que se encuentran en la Estación Espacial Internacional (EEI). Según la agencia espacial de Rusia Roscosmos, la razón de que se tomase esta decisión fue una fuga que se detectó en el casco exterior de la nave Soyuz MS-22, acoplada a la plataforma orbital.
Algunos expertos ya habían comentado que el problema no afectaba al interior de la EEI y, este fin de semana, Roscosmos lo ha confirmado. "La temperatura media abordo de toda la nave oscila entre los 28 y los 30 grados, sin rebasar los límites permitidos –han informado-. Nada amenaza la seguridad y bienestar de la tripulación".
Con el comunicado, la agencia ha negado lo que algunos medios de comunicación rusos habían afirmado: que la temperatura del interior de la gran nave había superado los 50 grados. La NASA aclaró el viernes pasado que los especialistas rusos habían realizado pruebas en Soyuz que demostraban que el motor está en buen estado.
Serguéi Prokopiev y Dmitri Petelin, los astronautas rusos que están en la EEI, iban a salir fuera de la plataforma para mover un radiador del módulo Rassvet al laboratorio de multiuso Naúka e iba a durar aproximadamente 6 horas y 37 minutos.
La cancelación de la caminata espacial ha hecho es esta operación se retrase, pero no es la primera vez que ocurre. El 25 de noviembre tenían programada una y se postergó al detectar una bomba de enfriamiento defectuosa en uno de los trajes espaciales.
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