A-4AR Fightinghawk: el avión cazabombardero argentino que combina la tecnología de otros dos aviones de combate

Argentina tenía más de 30 unidades del avión en la década de los 90.
Argentina tenía más de 30 unidades del avión en la década de los 90.
Rob Schleiffert vía A-4AR Fightinghawk of the Argentinian Air Force
Argentina tenía más de 30 unidades del avión en la década de los 90.

La guerra de Malvinas entre Argentina y Reino Unido de 1982 supuso una derrota para el Ejército argentino. Tras este conflicto bélico, la Fuerza Aérea Argentina trató de trabajar más en sus aviones de combate para que no volviese a ocurrir en un futuro. Entre los proyectos que realizaron el siglo pasado está el cazabombardero moderno A-4AR Fightinghawk.

El avión fue obra de la compañía Lockheed Martin y se diseñó exclusivamente para el Ejército aéreo argentino. Varios fanáticos de la aviación de combate siguen considerándolo como uno de los más importantes, sin embargo, la cifra de unidades operativas en el país americano ha caído considerablemente a lo largo de los últimos años.

A finales de la década de 1990, existían más de 30 A-4AR Fightinghawk activos. Actualmente, solo hay 6 disponibles. Argentina no está en su mejor momento si hablamos de economía, por lo que, pese a tratar de recuperar algunos de los aviones que están fuera de servicio, el proceso está siendo lento y complicado.

A-4AR Fightinghawk en realidad es una versión modernizada del antiguo Douglas A-4, que comenzó a usarse en 1956. No obstante, el avión de Lockheed Martin aplicó, además, el instrumental entonces moderno del F-16.

De hecho, su nombre tiene mucho que ver con dos de las características del F-16 y el Douglas A-4: Fighting Falcon y Skyhawk.

El avión está diseñado para albergar una persona en su interior.
El avión está diseñado para albergar una persona en su interior.
Rob Schleiffert vía Flickr

El avión mide 12,76 metros de largo, 4,74 metros de alto y 8,22 metros de envergadura. Además, detallan que solo cabe una persona en su interior. A-4AR Fightinghawk alcanza una velocidad máxima operativa de 1.300 km/h y de 950 km/h en velocidad crucero.

Su equipación armamentística consta de dos cañones automáticos Colt Mk 12 con capacidad de 200 municiones cada uno. Asimismo, tiene 5 puntos de anclaje debajo de las alas y el fuselaje que permiten utilizar una variada configuración de bombas de hasta 500 kg, lanzadores de cohetes y misiles aire-aire AIM-9 Sidewinder.

Argentina al principio tenía otra idea

Aunque el resultado final del A-4AR Fightinghawk fue bueno, la Fuerza Aérea Argentina tenía otros planes para modernizar sus cazas en los años 90. La Ley de Convertibilidad había establecido que el valor de 1 peso argentino equivalía a 1 dólar y la política exterior pretendía acercarse a Estados Unidos, por lo que su idea inicial pretendía ser todavía más grandes.

Los informes registrados entre 1991 y 1992 apuntan a que el país quería combinar la tecnología de muchos más aviones de combate, como el F-16 Fighting Falcon, el F-15 Eagle o el F-18 Hornet.

Finalmente, Argentina se hizo con un lote de A-4M Skyhawk del Cuerpo de Marines estadounidense. Estos fueron entregados a Lockheed Corporation (actual Lockheed Martin) para reconstruirlo y modernizarlo aprovechando el F-16.

La inversión original de 1994 se estimaba que iba a ser de 365 millones de pesos argentinos, pero finalmente la cifra fue reducida por los problemas económicos ocasionados por el ‘efecto Tequila’.

También se había pensado que 18 unidades irían para Estados Unidos y otras 18 para Argentina, pero los norteamericanos acabaron con menos. Dentro del acuerdo, Argentina accedió a privatizar la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba (Argentina), que fue a parar a manos de Lockheed Martin en 1995.

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