Baby-led weaning, lo que no debes hacer para que sea un éxito

  • El baby-led weaning consiste en ofrecer al bebé, en lugar de en purés o papillas, alimentos sólidos, en trocitos.
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Bebé comiendo mediante el método del BLW. 
Photographer: Piotr Ratajski
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Desde hace unos años cada vez es más común encontrar familias que optan por introducir la alimentación complementaria en los bebés a través del baby-led weaning (algo así como ‘destete guiado por el bebé’), un método que consiste en ofrecer al bebé, en lugar de en purés o papillas, alimentos sólidos, en trocitos especialmente preparados para que él mismo pueda cogerlos con sus propias manos, metérselos a la boca, morderlos, chuparlos… y comer la cantidad que le apetezca.

Se trata de un método mucho más natural y respetuoso con el bebé cuyo objetivo principal es que el niño aprenda a comer, que se familiarice con los alimentos y que aprenda a controlar su hambre y saciedad, lo que, a largo plazo, contribuye a reducir las tasas de obesidad y sobrepeso.

Sin embargo, para que sea un éxito, hay algunas cosas que debemos evitar.

Empezar antes de tiempo

Tener prisa en introducir la alimentación complementaria nunca es recomendable, pero si optamos por el BLW, todavía menos, pues algunos bebés ni siquiera están preparados para empezar a los seis meses. Para empezar, tenemos que estar seguros de que puede mantenerse sentado sin ayuda o con poca ayuda, de que ha superado el reflejo de extrusión (que le lleva a expulsar de la boca todo lo que no sea el pezón o la tetina), que muestra interés por los alimentos que nos ve comer a nosotros y que ha desarrollado la coordinación ojo-mano-boca que me permitirá llevarse la comida a la boca.

Darle teta -o biberón- después

Cuando empezamos con la alimentación completaría tenemos que tener claro que es eso, ‘complementaria’, para que aprenda a comer y para que consiga de esta forma algunos nutrientes que le faltan, pero la leche deberá seguir siendo su principal fuente de calorías hasta el año. De hecho, lo normal es que los bebés, ya sean alimentado con BLW o con purés, al principio coman muy poco. Por este motivo, antes de ofrecerles otros alimentos, tiene que haber tomado su leche, ya sea materna o en biberón. De esta manera, los alimentos ‘sólidos’ complementarán su alimentación principal.

Ser demasiado controladores

Nunca hay que dejar que un bebé coma solo, por supuesto, hay que vigilarlo, pero en el BLW lo recomendable es intervenir lo menos posible. Ofrécele la comida, déjala a su alcance y observa. Hay que evitar agobiarlo, estar encima de él para que coma más, menos… Confía en él. Podemos controlar qué le ofrecemos, pero no cuánto come.

Complementarla con purés o triturados

En el BLW el bebé elige y hay que dejar las inseguridades a un lado. Recuerda que el principal objetivo no es que se nutra (lo hace sobre todo con la leche), sino que aprenda a comer. Por tanto, si no ha comido nada, o lo ha hecho mucho menos de lo que debería haber hecho según tu criterio, no lo complementes con un puré para que coma, pues no habrá aprendido nada. En la siguiente comida, ofrécele alimentos nuevos y sigue intentándolo, pues, como decíamos, lo normal es que al principio apenas coma, el proceso es gradual y hay que tener paciencia.

Sentarlo a comer con sueño

Los bebés, a diferencia de los adultos, no pueden controlar su sueño, por lo que, si están cansados a la hora que le toca comer, lo mejor es que se eche una siesta y probar después. De lo contrario, solo conseguiremos que esté de mal humor, que no esté receptivo, que no coma nada, y que, además, se quede dormido igualmente, solo que en lugar de tumbado, lo haga dando cabezazos en una trona.

Darle de comer aparte

Comer no es solo alimentarse, también es un acto social en el que compartimos momentos de disfrute en familia y aprendemos. Si del niño come aparte, antes o después del resto de la familia, le quitamos esa parte social y familiar. Si, además, come lo mismo que nosotros -siempre adaptado a sus necesidades en cuanto a consistencia, tamaño, etc.-, mucho mejor.

Distraerlo con juguetes, móviles…

Nunca hay que distraer a un niño para que coma, y en el BLW menos todavía. Comer tiene que ser un acto consciente en el que experimentar con los sabores, las texturas, los colores… Si lo distraemos con otras cosas, además de que es probable que no coma, se perderá gran parte del aprendizaje.

Regañarle o enfadarnos si no come o tira la comida

Regañar a un bebé no tiene sentido, pero mucho menos si no come. Además, de que, como hemos dicho, el BLW es respetuoso con las cantidades y alimentos que quiera comer o probar el niño, la comida tiene que se siempre un momento relajado y para el disfrute. Si creamos momentos de malhumor, tensión…. solo conseguiremos que el niño vea el momento de la comida como algo desagradable y lo rechace. Además, tirar la comida o jugar con ella, aunque no nos guste, es parte del proceso de aprendizaje.

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