Rucaparib, el fármaco que mejora la supervivencia de unos de los cánceres de próstata más agresivos

Un paciente con cáncer de próstata.
Un paciente con cáncer de próstata.
iStock.
Un paciente con cáncer de próstata.

El cáncer de próstata es el más común en los hombres, y es una de las principales causas de muerte en ellos. Aunque en sus etapas tempranas es relativamente abordable, por desgracia es muy común que no se detecte hasta que las opciones son mucho más limitadas.

Inhibidor de enzimas clave en el crecimiento del cáncer

Como detalla la American Cancer Society, una de las posibilidades ante el cáncer de próstata en etapa avanzada que sea resistente a castración y a quimioterapia con un taxano (medicamentos como el docetaxel o carbazitaxel) y que no haya respondido a tratamiento con antiandrógenos es el rucaparib.

Este fármaco, que también está indicado en el tratamiento del cáncer de ovario, cáncer de trompa de Falopio y cáncer primario de peritoneo,  constituye una terapia dirigida (base de la medicina de precisión; este término hace referencia a un tipo de tratamiento del cáncer que actúa sobre los cambios que impulsan el crecimiento y la reproducción  de las células cancerosas). Más específicamente, se trata de un inhibidor PARP (poli(ADP)-ribosa polimerasa). Esto significa que neutraliza la acción de las enzimas PARP, unos productos del organismo.

Y es que esta clase de enzimas juega un papel muy importante en la progresión de ciertos tipos de cáncer. En circunstancias normales, su función es ayudar a reparar daños genéticos en el interior del núcleo de las células (como los que, precisamente, podrían dar origen a un cáncer). Sin embargo, ciertos tumores presentan mutaciones concretamente en los genes BRCA, también implicados normalmente en otro proceso de reparación del ADN, de tal manera que las versiones alteradas obstruyen el proceso que llevan a cabo las PARP.

Normalmente, los cánceres de próstata con las características descritas presentan mutaciones en los genes BRCA. Aún así, suele ser necesario comprobarlo, lo que suele realizarse mediante análisis de sangre o saliva. Por otra parte, en esta clase de pacientes, si no han sido sometidos a una orquectomía el rucaparib se administra junto a un agonista de otra enzima, la LHRH. Usado de esta forma, según un reciente estudio publicado en el medio científico The New England Journal of Medicine, aumenta la supervivencia sin progresión hasta casi el doble.

Referencias

American Cancer Society. Terapia dirigida para el cáncer de próstata. Consultado online en https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-de-prostata/tratamiento/terapia-dirigida.html el 02/03/2023.

Karim Fizazi, Josep M. Piulats, Neil Reaume et al. Rucaparib or Physician’s Choice in Metastatic Prostate Cancer. The New England Journal of Medicine (2023). DOI: 10.1056/NEJMoa2214676

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