Razones físicas (efectos secundarios) o el deseo de la maternidad son en principio las dos causas principales para abandonar la píldora anticonceptiva. En cuanto a los cambios físicos que pueden experimentarse en las semanas posteriores, dependen de dos factores principales: el motivo de haber elegido esta opción farmacológica y el tiempo en el que se haya consumido. En España, tres de cada diez mujeres entre 20 y 29 años la eligen como su método anticonceptivo.
La píldora anticonceptiva tiene como función principal prevenir el embarazo, lo que consigue gracias a su combinación de hormonas sintéticas de estrógeno (etinilestradiol) y progesterona (progestágeno). Pero también puede ser prescrita para otras finalidades, como evitar menstruaciones dolorosas y/o con mucho sangrado o incluso problemas dermatológicos u hormonales como el exceso de acné o vello corporal.
En términos generales, cualquier momento es válido para abandonar este fármaco. Sí es importante tener en cuenta que la posibilidad de embarazo retorna de forma inmediata tras suspender su uso, de ahí la necesidad de utilizar otro tipo de método anticonceptivo en el que caso de no pretender ser madre.
Efectos más habituales e inmediatos
Tras abandonar el consumo de este anticonceptivo, como ocurre con cualquier otro tipo de medicación, no se pueden delimitar de forma categórica la repercusión física exacta que tendrá sobre el cuerpo de la mujer. Teniendo por tanto claro que cada organismo reacciona de una forma, sí se pueden enumerar ciertos efectos que pueden ser quizás más habituales y que en cualquier caso la mayor parte de ellos se regulan con el tiempo:
- Incremento de peso: la mujer puede sentir un mayor apetito durante las primeras semanas. También puede influir una mayor retención de líquidos.
- Reaparecen los ciclos menstruales irregulares: si esta fue la razón de comenzar a utilizar este fármaco esos síntomas reaparecerán, al igual que el sangrado doloroso y abundante.
- Acné y exceso de vello: como en el caso anterior, si estas afecciones hormonales fueron el motivo de iniciar el consumo, es muy probable que vuelvan a manifestarse en el cuerpo de la mujer.
- La primera menstruación puede tardar un tiempo, incluso semanas.
La primera menstruación tras abandonar la píldora
En términos generales, e insistiendo de nuevo en que cada cuerpo es diferente, la primera menstruación puede llegar entre tres y siete días después de interrumpir la toma de la píldora. También es una consecuencia frecuente contar con ciclos menstruales muy irregulares durante las primeras semanas y meses, simplemente por la readaptación hormonal que debe hacer el cuerpo.
Tampoco es extraordinario que transcurran semanas hasta que se recupere el ciclo menstrual. En este caso, debemos contar con supervisión médica que certifique que no se esté produciendo algún trastorno asociado como puede ser la amenorrea pospíldora. Además de haberse producido la gestación, la amenorrea puede ser síntoma de enfermedades importantes, como la hiperprolactinemia, el síndrome de ovarios poliquísticos, la anorexia nerviosa o la insuficiencia ovárica prematura.
Referencias
Le Trong, A., Lopes, P. (2007). Amenorrea pospíldora. EMC - Ginecología-Obstetricia, V. 43,2, 1-8. Consultado en https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1283081X07708305
Mayo Clínic (s.f.). Preguntas frecuentes sobre las píldoras anticonceptivas: beneficios, riesgos y opciones. https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/birth-control/in-depth/birth-control-pill/art-20045136
Comentarios