¿Qué es la preeclampsia en el embarazo? Qué hacer para prevenirla y qué alimentos debemos evitar

Se trata de un tipo de hipertensión gestacional de origen desconocido que debe controlarse a partir de la semana 20 del embarazo. En España, siguiendo los protocolos establecidos por la SEGO, se considera preeclampsia cuando la presión arterial supera los 140/90 mmHg.
La hipertensión durante el embarazo se asocia a un mayor riesgo de ictus en la descendencia
Las medidas fundamentales para prevenir la preeclampsia son la medición mensual de la tensión a partir de la semana 20 del embarazo y seguir una dieta cardiosaludable.
20M EP
La hipertensión durante el embarazo se asocia a un mayor riesgo de ictus en la descendencia

La preeclampsia es un tipo de hipertensión (aumento excesivo de la presión arterial) que puede producirse durante el embarazo y que obliga a una medición mensual rigurosa a partir de las 20 semanas. Su origen exacto es desconocido, pero se apuntan diversas hipótesis, al igual que se indica la importancia de que la gestante siga una dieta baja en sodio y cardiosaludable como medida preventiva.

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) establece que se considera preeclampsia cuando la presión arterial supera los 140/90 mmHg en dos o más tomas a lo largo de seis horas. Si estos niveles son altos, el diagnóstico se confirma con un análisis de orina, que probablemente revelará el segundo indicador importante: presencia de proteínas. Cerca del 10 por ciento de embarazadas la padecen, si bien puede ser una condición previa a la gestación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa esta patología como una de las causas más importantes y también prevenibles del 75 por ciento de la mortalidad materna junto a las hemorragias graves (posparto), infecciones (posparto), complicaciones en el parto y abortos peligrosos. Asimismo, de no tratarse adecuadamente, el trastorno hipertensivo puede causar morbilidad grave y discapacidad crónica en los fetos y recién nacidos.

Cuando no se han realizado los protocolos de medición arterial preventiva, la preeclampsia puede desembocar en eclampsia, patología muy peligrosa que puede llevar a la madre al coma. También puede suceder, aunque es menos prevalente, la preeclampsia posparto, manifestándose entre las 48 horas posteriores al alumbramiento y las seis semanas o más: requiere también tratamiento inmediato ya que puede desembocar en convulsiones y  complicaciones graves.

¿Puede prevenirse la preeclampsia?

Si bien no hay evidencias científicas confirmadas sobre el origen exacto de la preeclampsia, a día de hoy se apunta a factores genéticos, alimentarios, vasculares o neurológicos. Sí hay cierto cuórum sobre la posibilidad de que se deba a un fallo en la implantación uterina de la placenta que afecta a las arterias.

Así que sin una causa conocida, es difícil hablar de prevención más allá de los consejos habituales durante el embarazo, que tienen que ver con hábitos saludables en los que la alimentación juega un papel importante. En todo caso las medidas a tomar deben ser las dictadas en la consulta médica, siendo una posibilidad la toma de aspirina en dosis bajas a partir de las 12 semanas en caso de uno o más factores de riesgo alto de sufrir esta patología.

La sal, la gran enemiga

Los embutidos como el jamón de york, el salchichón o la mortadela tienen un alto contenido en grasas saturadas, presentan muchos nitratos y, además, llevan demasiada sal, que se utiliza en su producción. Por todo ello, son muy poco saludables.
Su alto contenido en sal y grasas saturadas hacen de los embutidos un alimento totalmente prohibido para las gestantes.
PIXABAY / MOERSCHY

En el ámbito de la alimentación la comunidad científica sí ha identificado perfectamente un enemigo a evitar: la sal. Como medida preventiva es fundamental seguir una dieta baja en sodio durante el embarazo eliminando absolutamente la ingesta de los siguientes alimentos:

  • Embutidos.
  • Conservas.
  • Encurtidos: olivas, pepinillos.
  • Frutos secos salados.
  • Snacks.
  • Salsas: mayonesa, kétchup, soja.
  • Sopas y purés de sobre, caldos instantáneos.
  • Productos procesados y precocinados.

Tampoco son recomendables la cafeína y la teína, estimulantes que aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca (también presentes en refrescos o chocolates). Como contrapartida, los riesgos de preeclampsia disminuirán con una dieta cardiosaludable en la que el potasio, magnesio, calcio y ácidos grasos omega 3 sean los protagonistas.

Referencias

El Parto Es Nuestro (s.f.). Hipertensión y Preeclampsia, Eclampsia y Síndrome HELLPhttps://www.elpartoesnuestro.es/informacion/embarazo/posibles-problemas/hipertension-y-preeclampsia-eclampsia-y-sindrome-hellp

Mayo Clínic (s.f.). Preeclampsia. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/preeclampsia/symptoms-causes/syc-20355745

Mayo Clínic (s.f.). Preeclampsia posparto. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/postpartum-preeclampsia/symptoms-causes/syc-20376646

OMS (2023, 22 de febrero). Causas de mortalidad maternahttps://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/maternal-mortality

OMS (2011, 2 de noviembre). Recomendaciones de la OMS para la prevención y el tratamiento de la preeclampsia y la eclampsiahttps://www.who.int/es/publications/i/item/9789241548335

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