El embarazo nos obliga a hacer importantes ajustes en nuestra alimentación por nuestro bien y el del futuro bebé. Pero, por suerte, sigue siendo posible continuar con una dieta vegana sin que ello suponga ningún riesgo.
Para ello, será necesario planificar un poco nuestra alimentación. Por una parte, se hace necesario continuar con el aporte de vitamina B12, ya sea a través de alimentos enriquecidos, de suplementos o de una combinación de ambos.
Pero, además, también es vital continuar cuidando otros aspectos. Por ejemplo, es importante cuidar que haya aportes de vitaminas y fibra consumiendo verduras y frutas en todas las comidas; de carbohidratos y minerales consumiendo regularmente cereales integrales (mejor que refinados); y el aporte de proteínas puede proceder de legumbres, tofu, tempeh, seitán, cacahuetes, frutos secos y semillas.
Además, conviene consumir grasas de buena calidad (aceitunas, aguacate, frutos secos, semillas, aceite de oliva) y calcio (verduras de hoja verde, tofu, almendras, higos secos, semillas de sésamo, chía, leches y yogures enriquecidos).
En cambio, deberemos limitar nuestro consumo de azúcar en cualquiera de sus formas y de sal.
En cuanto a otros suplementos, siempre es recomendable usar ácido fólico, yodo si nuestra dieta es pobre en este elemento, y vitamina D si recibimos poca luz solar de manera habitual. En cualquier caso, hay que destacar que el médico es la persona adecuada para orientarnos sobre este extremo.
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