La presión por quitar el pañal a los tres años: imposición del colegio frente al natural proceso madurativo

  • Los expertos insisten en que esto no es un aprendizaje que todo niño pueda adquirir en el verano previo a su paso a la escuela sino un proceso madurativo que puede terminar sobre los 5 o 6 años.
  • Con 42 meses (tres años y medio) tendrán control de esfínteres el 95% de los niños y el 5% restante lo hará camino de los 48 meses (cuatro años).
Niño en el wc del colegio.
Niña en el wc del colegio.
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Niño en el wc del colegio.

Todos los años sin excepción numerosas familias se enfrentan a un mismo reto: la operación pañal. La mayoría suele vivir este momento con cierta angustia y ansiedad, como un paso importante en la vida de sus hijos pequeños en el que la administración educativa juega un papel fundamental y, por desgracia, no muy positivo.

Son pocos por no decir ninguno los colegios que permiten que los niños empiecen en Primero de Infantil sin controlar los esfínteres. Sin embargo, los expertos aclaran e insisten en que esto no es un aprendizaje con un inicio y un final exacto que todo niño pueda adquirir en el verano previo a su paso a la escuela sino un proceso madurativo que, en muchos casos, termina sobre los cinco o seis años. Es por tanto, un hito que se logra con el propio desarrollo del pequeño, como andar o gatear, y como en el caso de éstos cada niño lo adquiere en un momento diferente.

Que el sistema educativo fuerce de alguna forma esta fase no debe llevar a las familias a flagelarse si el niño no lo ha conseguido justo con el inicio de su etapa escolar en Infantil. Sin embargo, sí debe entender esta etapa como un proceso no lineal que tendrá sus avances y retrocesos y en los que hay que atender, ante todo, las necesidades y ritmos del niño.

Los datos son muy claros al respecto. Los estudios del desarrollo psicomotor Haizea-Llevant señalan que esta ‘presión’ no respeta, ni de lejos, la evolución del niño. A los 30 meses de edad (dos años y medio) solo el 50% de los niños controlan los esfínteres. A los 36 meses (tres años) controlan los esfínteres el 75% de los niños (momento que suele coincidir con su entrada en el colegio). Con 42 meses (tres años y medio) los controlarán el 95% de los niños y el 5% restante lo hará camino de los 48 meses (cuatro años). 

Por tanto, debemos entender el control de esfínteres como un proceso natural de maduración que vive cada niño porque, como ya hemos dicho anteriormente, no es un proceso de aprendizaje ni de entrenamiento y necesita de la maduración neurológica, psicológica y emocional.

Por un lado, el niño controlará esfínteres cuando sea capaz de abrir y cerrar voluntariamente el esfínter de la vejiga y de la zona anal (los esfínteres son los músculos que controlan el paso del pis o la caca). Además del esfínter, toda la musculatura en torno a la zona abdominal tiene que estar madura y bien tonificada. Y todo ello, lo va a conseguir el niño a lo largo de los primeros años de vida ejercitando libremente sus destrezas motoras: experimentando posiciones y posturas variadas, jugando y actuando en el suelo.

Asimismo, para asumir el control de sus esfínteres, el pequeño también necesita realizar una evolución en su desarrollo psicológico y emocional que le permita varias cosas:

- Aceptar no satisfacer sus necesidades de forma inmediata: ante podía hacerlo en el pañal en cualquier momento y ahora solo en el orinal o váter. Hay niños que están preparados físicamente pero que emocionalmente no quieren dar el paso. Es muy importante tener este punto en cuenta porque pedirle que lo haga antes de estar preparado puede provocar alteraciones como el estreñimiento.

- Sentirse competente y capaz gracias a una buena autoestima. Eso le permitirá dar el salto con seguridad y confianza.

- Comprender lo que los adultos le están proponiendo, porque de esta manera incrementará su interés por ser como los mayores.

- Conocer e identificar las partes del cuerpo.

Otros tres puntos fundamentales a tener en cuenta durante la operación pañal son:

- El cambio de pañal a orinal/inodoro es un paso muy importante y, por ello, no es lineal puede tener avances y retrocesos.

- Cada niño lo consigue de una forma diferente: algunos de forma inmediata y otros necesitan más tiempo.

- El proceso de control de esfínteres pasa por diferentes fases: diferenciar pis y caca / avisar después de haber hecho pis o caca / avisar antes de hacer pis o caca / querer sentarse en el orinal/water / controlar el pis y la caca mientras está despierto / controlarlos durante la siesta y la noche.

Primeras señales

¿Qué señales pueden darnos a entender que el niño está preparado para dejar el pañal? Estas son algunas de las más importantes:

- El niño empieza a pedir ir al baño.

- Da señales de que quiere quitarse el pañal cuando está mojado o solo quiere quitárselo y andar sin pañal.

- Cuando va a orinar o a defecar, hace gestos, se agacha, da muestras de que sabe lo que está a punto de ocurrir, aunque tenga puesto el pañal.

- Es capaz de decir las palabras “pipí”, “popó” o “caca” para nombrar sus excrementos.

- Comienza a avisar de que va a orinar o a defecar.

- Muestra interés cuando ve a los padres en el baño y los imita.

- Cuando se le quita el pañal después de tres o cuatro horas y está seco. Esto incida que sus músculos se están fortaleciendo.

- El control de esfínteres ocurre tras un avance significativo a nivel del desarrollo psicomotriz. Por ejemplo: el niño adquiere bastante equilibrio o corre, entiende órdenes sencillas y su vocabulario se ha incrementado.

¿Cómo deben acompañar los adultos este proceso?

Estas son algunas de las recomendaciones que sugieren los expertos:

- Comprendiendo que es un proceso complejo que tiene altibajos. Dejar que el niño lo viva con naturalidad y los adultos con respeto, confianza en el pequeño y sin nervios.

- Entendiendo que el proceso no es idéntico para todos, depende de las características de cada niño, de su experiencia vital y del acompañamiento de tenga y haya tenido de su familia y escuela.

- Permitiendo que sea el niño el que tome la decisión de controlar sus esfínteres y dejando a un lado los deseos o expectativas de los adultos.

- Promocionando su autonomía y dejando que haga las cosas por sí mismo.

- Ayudándole a diferenciar entre pis y caca cuando todavía están usando el pañal.

- Hablándoles de manera precisa y natural de su cuerpo y sus sensaciones: 'esta es tu vulva/pene', 'estás seco', 'te has hecho pis'...

- Dando respuesta a sus preguntas sobre el tema y explicándoles lo que hacen los adultos cuando van al baño para que comprendan mejor el proceso.

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