El dato al que debes prestar atención más que a las horas de sueño para descansar bien

Dormir de lado ayuda a reducir el ronquido.
Imagen de una mujer durmiendo.
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Dormir de lado ayuda a reducir el ronquido.

Diversas investigaciones han demostrado desde hace mucho tiempo que quienes duermen entre seis y ocho horas al día tienen menos probabilidades de desarrollar una serie de enfermedades e incluso viven más. 

Pero hay una circunstancia que es tan importante o más como las horas de sueño: investigaciones recientes sugieren que mantener una rutina de sueño constante podría ser más beneficioso que pasar más tiempo durmiendo.

Chris Winter, neurólogo, experto en sueño y presentador del podcast Sleep Unplugged, dijo al Daily Mail que recomienda acostarse y despertarse a la misma hora todas las mañanas.

"En general, los horarios de sueño son importantes porque nuestros cuerpos funcionan mejor cuando son capaces de anticipar lo que se avecina en lugar de simplemente reaccionar ante ello", afirmó.

"Tu cuerpo anticipa que el descanso sucederá en un momento determinado. Entonces, si eso está siempre en movimiento, muchas de las cosas que suceden como resultado del sueño no suceden o no son tan efectivas, porque tu cerebro no está completamente seguro de cuándo llegará", añade.

Un estudio publicado el mes pasado en The Journal of Sleep encontró que mantener una rutina de sueño regular reducía el riesgo de muerte prematura en un 20%.

Los investigadores también observaron que, si bien la cantidad de tiempo dedicado a dormir era importante, un sueño más breve y más regular se asociaba con un menor riesgo de muerte prematura que un sueño más prolongado con horarios de acostarse inconsistentes.

El trabajo por turnos

El doctor Winter utiliza el ejemplo de algunos trabajadores por turnos que alternan regularmente turnos de día y de noche, lo que hace que se acuesten a horas inconsistentes.

Sin embargo, las personas que trabajan constantemente en turnos nocturnos tendrán un menor riesgo de sufrir problemas de salud, ya que su rutina de sueño es regular.

A lo largo del día, el cuerpo produce hormonas como el cortisol, que regula el estrés, y la serotonina, que controla el estado de ánimo. En una persona sana, los niveles de cortisol alcanzan su punto máximo alrededor de las 8:00 de la mañana, lo que nos despierta, y caen a su nivel más bajo a las 3:00 h del día siguiente, antes de volver a alcanzar su máximo cinco horas después.

Idealmente, este pico de las 8:00 se activará por la exposición a la luz solar, si no por una alarma. Cuando lo haga, las glándulas suprarrenales y el cerebro comenzarán a bombear adrenalina.

Después del mediodía, los niveles de cortisol comienzan a disminuir constantemente. El metabolismo se ralentiza y aparece el cansancio. Poco a poco, la serotonina se convierte en melatonina, que induce somnolencia.

Debido a que el sueño siempre cambia para los trabajadores por turnos, sus cuerpos no pueden regular adecuadamente la producción de hormonas, lo que resulta en falta de sueño, dificultad para concentrarse, falta de energía y mal humor.

La Sleep Foundation recomienda relajarse a la misma hora todas las noches con un libro, música o un baño tibio para que el cuerpo se acostumbre a una rutina constante.

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