¿Has notado que últimamente tus resacas son peores? ¿Que cada vez toleras peor el alcohol? Si es así, un estudio puede tener la respuesta y, sorprendentemente, tiene que ver con el coronavirus.
La investigación, desarrollada en la Universidad de Stanford (Estados Unidos), revela que estas fuertes resacas podrían ser causadas por el covid de larga duración.
Los investigadores han descubierto que los pacientes con esta afección vieron aumentar su sensibilidad al alcohol. La mitad de los participantes en el estudio dijeron que sus dolores de cabeza empeoraron mucho después de beber la misma cantidad que habrían consumido habitualmente antes de contraer covid. Un paciente llegó a afirmar que su resaca se volvió tan intensa que no podía moverse al día siguiente de consumir alcohol.
Otra paciente, una mujer de 40 años, dijo que sus resacas se habían vuelto como una intoxicación etílica después de tomar solo una copa, cuando antes podía beber hasta siete copas en una noche sin problemas.
"Antes de su infección inicial por covid, no tenía problemas con la tolerancia al alcohol y podía tolerar fácilmente alrededor de siete combinados que contenían licores fuertes en una noche", dijo Ella Eastin, de la Universidad de Stanford.
"Sin embargo, después de la infección por covid, informó que se sentía como si sufriera una intoxicación por alcohol después de beber incluso pequeñas cantidades de alcohol y se sentía mal durante varios días después de consumirlo. Su tolerancia ha disminuido hasta el punto de que una cerveza le provoca una severa resaca", prosiguió Eastin.
El covid de larga duración, que a veces puede causar complicaciones mortales, puede ocurrir meses o incluso años después de que un paciente contrae el coronavirus.
La mayoría de las personas se recuperan de los síntomas de covid dentro de las 12 semanas posteriores a la infección; en cambio, el covid de larga duración, también conocido como síndrome post-Covid-19, cursa con síntomas que duran más que ese período de 12 semanas.
Quienes la padecen descubren que sus síntomas pueden fluctuar o recaer con el tiempo. Actualmente, los investigadores están tratando de mejorar nuestra comprensión de la afección y, con suerte, ofrecerán a los médicos más opciones para tratarla en el futuro.
Los síntomas comúnmente incluyen cansancio extremo, dolores musculares, pérdida del olfato y dificultad para respirar. Otros síntomas pueden incluir confusión mental, que son problemas de memoria y concentración, así como dificultad para dormir.
La depresión, el dolor u opresión en el pecho, las palpitaciones del corazón, el dolor en las articulaciones, la ansiedad, los mareos, el hormigueo y el tinnitus también son signos potenciales de la afección.
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