Zapatos que nos hacen daño: "En muchos casos, la moda está reñida con la salud cuando se trata de nuestros pies"

Una mujer poniéndose un par de tacones
Una mujer poniéndose un par de tacones
MM YAPR
Una mujer poniéndose un par de tacones

Los zapatos son una parte completamente imprescindible de nuestro vestuario directo. Su función es vital: protegen nuestros pies no solo de las condiciones climáticas, sino también de todos los elementos dañinos que pueden encontrarse en el suelo sobre el que caminamos y que podrían comprometer incluso nuestra misma capacidad de andar.

Pero, ¿y si los zapatos que usamos no estuvieran bien diseñados para nuestra anatomía? Esta es la cuestión que plantea el usuario deTiktok Pablo Torres, graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

"Le hemos dicho sí a la estética y no a la salud"

En un vídeo publicado en la red social, Torres opina que, en materia de calzado, "Le hemos dicho que sí a la estética para decirle que no a la salud: millones de mujeres se ponen tacones que se acabarían quitando a los veinte minutos, pero que aguantan una noche entera por pura norma social".

"Y lo mismo pasa con aquellos hombres que para ir a trabajar se tienen que poner zapatos con un pico que no aguanta nadie. Si lo aguantas, mírate los pies: seguramente, tu pie se haya adaptado a ese zapato cuando lo mejor sería que los zapatos se adaptaran a nuestros pies", añade.

En el mismo sentido, Juan Carlos Montero, vocal del Ilustre Colegio de Podología de Madrid, explica a 20minutos que efectivamente una mala elección de calzado puede tener efectos negativos en la salud de nuestros pies: "Un porcentaje importante de problemas en nuestros pies", afirma, "son a consecuencia de una mala elección de calzado. Cuando hacemos deporte, para caminar, para el trabajo o para el ocio, los pies precisan de un calzado determinado, y por otro lado, cada persona tiene una manera de caminar y un tipo de pisada diferente, por lo que según la actividad y según la persona habría que decantarse por un calzado concreto. Una mala elección de calzado o de características de calzado podría ser perjudicial y provocar una lesión".

"La moda está reñida con la salud cuando se trata de pies"

Como Torres, Montero defiende que la forma estandarizada de una gran parte del calzado de uso habitual puede llegar a ser perjudicial: "El patrón estándar del zapato", desarrolla, "es una horma levemente aducida: las puntas van ligeramente hacia dentro. Para algunas personas, esta forma puede traer problemas. No solo la forma; el volumen interno y un exceso de punta en el antepié pueden ser factores que perjudiquen nuestros pies".

Estas decisiones de diseño suelen tener un sentido estético, y como vemos no ergonómico, dictado en buena medida por las tendencias imperantes en el ámbito de la moda. 

"En muchas ocasiones la moda está reñida con la salud cuando se trata de nuestros pies. A menudo, las personas utilizan calzados perjudiciales para la salud de los pies por motivos estéticos", señala Montero.

"Puede provocar problemas a nivel óseo y articular"

El experto expone que estas lesiones pueden llegar a revestir cierta gravedad: "El calzado inadecuado puede provocar problemas a corto plazo como rozaduras, heridas o ampollas: problemas a medio plazo como sobrecargas a nivel de la musculatura que conlleven procesos inflamatorios, tendinitis, metatarsalgia o fascitis plantar; y problemas a largo plazo a nivel óseo y articular, desviaciones de los dedos, etc…".

"En todos estos casos se podrá producir tanto dolor como en ocasiones incapacidad funcional", apostilla.

Más allá de los propios pies, debemos tener en cuenta que los problemas en esta parte de nuestras extremidades pueden extenderse más allá, afectando al resto de nuestra anatomía: "Partimos de la base de que el equilibrio del cuerpo comienza por nuestros pies. En el caso de que un zapato no beneficie a este equilibrio, esto alterara el buen estado biomecánico de otras partes de nuestro cuerpo (rodilla, espalda, cadera…). Es muy habitual sufrir lesiones y dolencias en nuestro cuerpo a consecuencia de no dar un buen trato a nuestros pies".

"No existe un calzado ideal para el 100% del tiempo"

De hecho, en muchos casos, lo concerniente a nuestros pies es un aspecto muy descuidado de nuestra salud en general, al que se tiende a prestar menos atención de la debida. Son muchos los dolores articulares o de espalda que achacamos a diversos hábitos y circunstancias, pero que como señala Montero parten en realidad de problemas, literalmente, a nivel de suelo.

Al respecto, Montero opina que "la clave es adquirir buenos hábitos saludables en nuestros pies y acudir con regularidad a la consulta de podología, donde los profesionales nos recomendarán los mejores cuidados para nuestros pies y los patrones adecuados de calzado que debemos utilizar".

En esta línea, dice, "no existe un calzado ideal para el 100% del tiempo, ya que dependerá del tipo de actividad que estemos realizando, así como de las características individuales de cada persona".

"Los pies son los cimientos de nuestro cuerpo"

"Sin embargo", prosigue, "podríamos decir que para el día a día un calzado que nos proporcione una buena sujeción del pie, que permita una adecuada libertad de movimiento, que nos reduzca el impacto del suelo y que sea de materiales ligeros, naturales y que favorezca la traspiración se podría acercar mucho al calzado ideal. Luego habría que tener en cuenta las condiciones externas (temperatura, humedad, tipo de suelo) y los consejos que los profesionales de la podología nos hagan individualmente según nuestro tipo de pie y la forma de caminar".

Al fin y al cabo, como recuerda Torres, "los pies son la base de nuestro cuerpo: son los cimientos. Si no están bien, todo lo de arriba se puede ver afectado. [...] Eso (los zapatos con formas perjudiciales más socialmente aceptados) no es lo bueno, sino que es lo que se ha conseguido vender mejor". 

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