Qué es la fascitis plantar y cómo se puede tratar para evitar dolores

Acudir a consulta lo antes posible es fundamental para facilitar un diagnóstico correcto.
Acudir a consulta lo antes posible es fundamental para facilitar un diagnóstico correcto.
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Acudir a consulta lo antes posible es fundamental para facilitar un diagnóstico correcto.

Son muchas las personas que sufren dolencias en las articulaciones a causa de las condiciones en las que trabajan, por la práctica de algunos deportes o, simplemente, por la erosión del paso del tiempo.

En concreto, la aparición de dolores persistentes en la fascia plantar es un problema muy recurrente en los pacientes que pasan muchas horas de pie o sobre superficies duras. Además, el ballet, la danza aeróbica y otros deportes que mantienen en tensión constante esta zona del cuerpo pueden ocasiones microlesiones que desembocan en una inflamación.

El Jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirónsalud San José, el doctor Ghassan Elgeadi, explica que la fascitis plantar es una patología muy común debido, en la mayoría de las ocasiones, “a la propia mecánica del pie, a si se trata de un pie plano o si tiene un arco excesivo”. También puede influir “la sobrecarga mecánica sobre la fascia plantar, en casos en los que el paciente presente obesidad”, añade.

“En la mayoría de las ocasiones esta patología se debe a la propia mecánica del pie”

Atender lo antes posible los dolores en esta zona articular es fundamental para descartar otro tipo de dolencias, favorecer un diagnóstico correcto y aplicar posteriormente un plan de recuperación y control eficaz de la enfermedad. De este modo podremos volver a nuestras rutinas y suavizar las molestias.

Síntomas de fascitis plantar

La fascitis plantar consiste en la inflamación de la fascia del pie (el tejido fibroso inferior que conecta el hueso del talón con los dedos), provocando un “dolor punzante localizado habitualmente en el talón”, detalla el profesional de Quirónsalud. Las molestias se van disipando conforme vamos dando pasos, pero empeoran después “de haber estado un tiempo parados o, sobre todo, por las mañanas”.

Ante el exceso de estiramientos de esta zona y de la tensión, el paciente sufre pequeños desgarros o inflamaciones que pueden desembocar en un dolor “con características punzantes en la planta del pie”. Además de los factores de riesgo citados, que favorecen su aparición, “el grupo de edad más susceptible de padecerlo son las personas comprendidas entre los 40 y 60 años, dado que sufrimos cambios en estas edades que se relacionan con los tejidos conectivos”, afirma Elgeadi.

“El grupo de edad más susceptible de padecerlo son las personas comprendidas entre los 40 y 60 años”

Para determinar que los dolores corresponden a esta patología y no a otra similar es fundamental llevar a cabo una serie de pruebas. Métodos diagnósticos como la radiografía, la resonancia o la ecografía ayudan a entender qué está sucediendo en el interior del pie. De esta forma, se pueden descartar otras causas y asignar un tratamiento “dependiendo del nivel de desgarro, de si se presenta calcificación dentro de la fascia o de si hay algún edema óseo”.

La importancia de un correcto tratamiento

Además de para descartar otras patologías con síntomas similares a la fascitis plantar, para una correcta recuperación del paciente hay que hacer énfasis en todas las pruebas complementarias. Se necesita “una buena exploración clínica del paciente y una muy buena historia clínica”, indica el especialista.

Una vez analizados qué factores de riesgo cumple el paciente y cuáles no, el primer paso es “intentar mejorar la mecánica del pie e iniciar el tratamiento con medidas antiinflamatorias y medidas conservadoras”. Evitar dichos factores o mejorarlos es fundamental y el primer paso para optimizar la recuperación.

“Es prioritario mejorar la mecánica del pie e iniciar el tratamiento con medidas conservadoras”

En segundo lugar, un tratamiento conservador mediante hielo y llevar un calzado más cómodo favorecerá el bienestar de la planta del pie. Además, en opinión de Ghassan Elgeadi, la fisioterapia “siempre va a ayudarnos a reducir los tiempos” de esta patología. Si ninguna de estas pautas ha resultado efectiva, la segunda línea de tratamiento implicaría “el uso de infiltraciones combinadas, tratamiento ortobiológico e incluso las ondas de choque”.

No obstante, existen casos extremos que requieren tratamiento quirúrgico, que se abordará “mediante diferentes técnicas según el profesional y la experiencia de cada uno”. Según este experto, en el Hospital Quirónsalud San José recomiendan la técnica ecográfica, que es mínimamente invasiva.

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