Un nuevo fármaco 'made in Spain' para el cáncer de mama precoz reduce en un tercio las recaídas metastásicas

El abemaciclib en conjunto con la terapia endocrina ha mostrado una gran eficacia frente al cáncer de mama precoz de tipo HR+HER-, una de las formas más comunes de esta neoplasia.

Una mujer con dolor de pecho.
Una mujer se palpa el pecho.
Getty Images/iStockphoto
Una mujer con dolor de pecho.

Un nuevo medicamento diseñado en España que ya está siendo usado para su uso frente al cáncer de mama precoz ha logrado reducir el riesgo de las pacientes de sufrir recaída a largo plazo en un 32% y ha mejorado su supervivencia libre de enfermedad invasiva a los cinco años en un 7,6%.

Así lo ha anunciado el fabricante, Lilly, en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) en el que ha presentado los resultados del ensayo monarchE a cinco años de seguimiento, en los que se refleja el beneficio sostenido más allá del tratamiento (de dos años de duración) con abemaciclib (comercializado como Verzemios) como terapia adyuvante en combinación con terapia endocrina.

El tipo más frecuente de cáncer de mama

Este enfoque (la combinación de abemaciclib y terapias hormonales) se emplea para tratar cánceres de mama en estadios iniciales (que suponen el 90% de todos los que se detectan) del subtipo HR+HER2- o luminal (aproximadamente, el 70% de todos los casos). Al respecto de los nuevos resultados, el doctor Miguel Martín, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón, destaca en el comunicado de prensa emitido por Lilly que “Este estudio supone uno de los mayores avances en el tratamiento del cáncer de mama precoz de las últimas décadas y las pacientes elegibles para recibir abemaciclib (una población anteriormente de muy mal pronóstico) tienen ahora una opción terapéutica que mejora significativamente su pronóstico y su riesgo de recidiva”.

Los cánceres de mama HR+, HER2-, también llamados luminales u hormonosensibles, constituyen alrededor del 70% de los casos de esta enfermedad, y reciben este nombre porque responden a una serie de cambios hormonales sobre los que se puede intervenir terapéuticamente. En sus estadios iniciales, el pronóstico de las pacientes es mayormente favorable, si bien ciertos perfiles tienen hasta tres veces más probabilidades de experimentar recurrencia, en muchos casos de enfermedad metastásica incurable. Este riesgo es mayor durante los primeros dos años de tratamiento endocrino.

En el análisis realizado a cinco años, el riesgo de las pacientes tratadas con abemaciclib de desarrollar recurrencia distante o muerte se reducía en un 32,5% respecto a las pacientes tratadas únicamente con terapia endocrina. Además, el estudio señala que las reducciones de dosis no influyen en la eficacia de abemaciclib en monarchE, lo que concuerda con los resultados publicados de abemaciclib en el entorno metastásico. “Las reducciones de dosis de abemaciclib muestran que no afectan a la eficacia siempre que se deban a un control de efectos secundarios”, asegura el doctor Martín. De esta manera, se consigue maximizar la adherencia al tratamiento durante los dos años de tratamiento con abemaciclib, “ya que solo un 7% de las pacientes abandonaron abemaciclib a causa de efectos secundarios”.

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