Un microchip ayuda a un hombre con parálisis a recuperar la movilidad y el tacto en un brazo

El paciente había perdido la movilidad y el tacto desde el pecho a causa de un accidente de buceo hace tres años. La nueva tecnología le ha permitido mover un brazo y sentir con una mano.
El diagnóstico por imagen es básico para ver cuánto ha sufrido el cerebro tras un ictus
Un médico con imágenes de un cerebro por resonancia magnética
iStock
El diagnóstico por imagen es básico para ver cuánto ha sufrido el cerebro tras un ictus

Avances recientes en diferentes campos de la medicina están desafiando algunas de las concepciones previas sostenidas incluso por los propios científicos. Un campo en el que estos cambios de paradigma son evidentes es el de la neurología, en el que se está logrando reparar algunas lesiones que hasta ahora se creía que no tenían solución.

Una operación a cerebro abierto

Así lo ilustra el caso de un paciente, reportado por el portal de noticias sobre medicina Medical News Today, que ha recuperado en buena parte la movilidad de un brazo y una mano que había perdido por una de estas lesiones.

Para ello, ha sido necesario practicarle una cirugía de 15 horas de duración a cerebro abierto, llevada a cabo por un equipo de especialistas de distintos cambios del centro Northwell Health de Nueva York (Estados Unidos). El procedimiento pionero ha sido bautizado como bypass neural doble y ha consistido en la implantación de una especie de 'chip' que actúa como un 'puente' electrónico que facilita el intercambio de información entre el cuerpo del paciente, su médula espinal y su cerebro.

Keith Thomas, el paciente en cuestión, sufrió en julio de 2020 un accidente de buceo que le dañó la médula espinal entre la altura de las vértebras c4 y c5, causándole una pérdida de movilidad y tacto desde el pecho hacia abajo.

Un 'puente' entre el cerebro y el cuerpo

Con el fin de reparar este daño, el equipo tuvo que realizar diferentes pruebas de resonancia magnética a Thomas para 'mapear' el funcionamiento de su cerebro, especialmente en lo relativo al movimiento y a las sensaciones táctiles. Gracias a ello, pudieron encontrar las áreas relacionadas con el movimiento del brazo y el tacto de la mano, lo que resultaba clave para saber dónde insertar los electrodos motores y sensoriales del dispositivo.

Como en otras instancias de cirugía a cerebro abierto, el equipo mantuvo a Thomas consciente, de manera que pudiera reportar en tiempo real las sensaciones que sentía en las manos. Esta técnica permite a los cirujanos ser más precisos en sus operaciones.

Una vez instalado, el dispositivo emplea un ordenador para procesar las intenciones del sujeto a través de herramientas de inteligencia artificial y traducirlas en señales eléctricas, que posteriormente son enviadas a sus puntos de destino mediante electrodos situados en los músculos del brazo y en la médula espinal.

Reparar lo irreparable

De este modo, Thomas fue capaz de mover el brazo a voluntad por primera vez desde que sufrió el accidente, así como de sentir el contacto con su hermana.

Los autores de este hito creen que se trata de un ejemplo pionero de una tecnología que, a medida que se continúe desarrollando, podría permitir a las personas con enfermedades y daños neurológicos graves recuperar capacidades como el tacto o la movilidad.

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Referencias

Jeanna D. Smiley. Brain-body linking microchip helps paralyzed man regain movement in arm. MedicalNewsToday (2023). Consultado online en https://www.medicalnewstoday.com/articles/brain-body-linking-microchip-helps-paralyzed-man-regain-movement-in-arm#Restoring-lasting-movement el 14 de agosto de 2023

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