La enfermedad por la que el papa Francisco ha sido ingresado en Roma

El Papa Francisco continúa con "la inflamación pulmonar asociada a la dificultad para respirar" aunque ya no tiene fiebre y seguirá con antibióticos. El Vaticano ha actualizado el estado de salud del Pontífice que, según ha informado la Oficina de prensa de la Santa Sede, sigue estable.

El Papa Francisco, en una foto de archivo.
El Papa Francisco, en una foto de archivo.
Europa Press
El Papa Francisco, en una foto de archivo.

El papa Francisco fue ingresado en la tarde del miércoles en el hospital Gemelli de Roma informó la Santa Sede a causa de una infección respiratoria, lo que le ha obligado a suspender el viaje a la cumbre climática de Dubái celebrada hoy. "Las condiciones del santo padre son estables, no tiene fiebre, pero persiste la inflación pulmonar asociada a los problemas respiratorios", confirmó el Vaticano en un comunicado.

El pontífice argentino, que cumplirá 87 años el próximo 17 de diciembre, seguirá con antibióticos. Todos estos achaques responden a un TAC (tomografía axial computarizada) a la que fue sometido el sábado en un hospital de la capital de Italia, que confirmó estos problemas de salud. 

Sin embargo, no es la primera vez que le ocurre algo similar, especialmente tras una operación complicada por una hernia abdominal, por la que estuvo ingresado nueve días. En abril de este año también fue hospitalizado por bronquitis durante tres días, que tuvo que ser tratada con antibióticos y que preocupó, ya que el pontífice llegó con fiebre y en ambulancia.

¿Qué pasa cuando hay inflamación en los pulmones?

Una inflamación pulmonar, conocida también bajo el nombre de edema pulmonar, responde a la acumulación de un exceso de líquido en los pulmones. Este líquido va llenando los alveolos (pequeñas bolsas de aire de los pulmones) y dificulta o impide la respiración.

Normalmente está relacionado con problemas del corazón, aunque también puede venir provocado por otros motivos como la neumonía, la exposición a toxinas y medicamentos, traumatismos graves en la pared torácica o realizar ejercicio físico en lugares de gran altitud. 

Puede manifestarse de forma repentina (edema pulmonar agudo) o progresiva (crónico). En cualquier caso, se trata de un problema grave que necesita de atención médica urgente, ya que actuar pronto mejora con mucho las perspectivas para el paciente. Se trata de un problema grave que necesita de atención médica urgente, ya que la falta de oxígeno puede provocar diversos daños a distintos órganos.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas del edema son diferentes según el tipo y cómo se presente. En general, se pueden distinguir tres cuadros básicos: el agudo, el crónico y el de gran altitud.

  • En el primero de ellos, es común que el paciente experimente dificultad para respirar, que empeora con la actividad o al acostarse; sensación de asfixia, tos con esputo espumoso o con sangre; silbidos al respirar o jadeos; piel fría y húmeda; ansiedad y confusión; labios azulados y taquicardia.
  • El segundo se caracteriza por su comienzo insidioso, que puede hacer su detección más difícil. Normalmente, sus signos incluyen dificultad para respirar en actividad o acostado, tos nocturna que se alivia al sentarse, disminución del fondo físico al realizar actividad física, sibilancias, aumento rápido de peso, hinchazón en las extremidades inferiores, fatiga y empeoramiento de la tos.
  • Por último, el tercero tiene unos síntomas específicos que consisten en cefaleas, falta de aire durante el esfuerzo físico, disminución de la tolerancia al ejercicio, tos seca que se convierte en tos con esputo sangrante, ritmo cardíaco acelerado, debilidad, dolor en el pecho y fiebre baja.

¿Cómo se trata?

El tratamiento del edema pulmonar es urgente, ya que la falta de oxígeno puede provocar diversos daños a distintos órganos. Por ello, comienza con la administración de oxígeno suplementario a través de mascarilla facial o cánula nasal. En ocasiones, puede ser necesaria la asistencia respiratoria mediante intubación.

Dependiendo del motivo del edema, se puede administrar al paciente medicamentos como diuréticos para disminuir la tensión sanguínea, morfina para aliviar el dolor y la ansiedad, medicamentos para la presión arterial e inotrópicos, que mejoran el bombeo del corazón.

Además de lo anterior, en el caso del edema pulmonar de las alturas puede ser necesario descender de inmediato hacia elevaciones menores y administrar medicamentos específicos.

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