Olas de calor: estos son los posibles riesgos para la salud y cómo evitarlos

Este mes se ha registrado la semana más calurosa en los últimos 10.000 años; las altas temperaturas son un problema cada vez más severo y frecuente.
El calor extremo puede causar problemas de salud como deshidratación o eventos cardiovasculares.
El calor extremo puede causar problemas de salud como deshidratación o eventos cardiovasculares.
Getty Images/iStockphoto
El calor extremo puede causar problemas de salud como deshidratación o eventos cardiovasculares.

A medida que el cambio climático antropogénico (provocado por la acción del ser humano) avanza, las olas de calor son un fenómeno cada vez más grave y más frecuente. De hecho, este mes de julio se ha registrado la que ha sido, de media, la semana más calurosa en todo el mundo de los últimos 10.000 años, según los datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Este tipo de incidentes meteorológicos no sólo causan un gran perjuicio a la biodiversidad terrestre, sino que implican un riesgo muy importante e inmediato para la salud humana. No en vano, cada año causan miles de muertes a nivel global.

Posibles riesgos de las olas de calor

Tal y como explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), los riesgos concretos de los eventos térmicos dependen de su extensión en el tiempo, su intensidad, el momento en el que se producen, el nivel de aclimatación y adaptación de la población local, la infraestructura, el conocimiento y el equipamiento disponible, los preparativos y la respuesta institucional...

Sea como sea, a nivel clínico aumenta la incidencia de las principales manifestaciones relacionadas con la exposición a las altas temperaturas, tales como el edema (acumulación de líquido), síncope (desmayos), calambres musculares, agotamiento por calor y golpe de calor, que puede incluso ser letal. Además, pueden aparecer casos de deshidratación severa, accidentes cerebrovasculares y eventos relacionados con la coagulación sanguínea. La mayoría de los decesos, según el organismo, se deben a un agravamiento de patologías cardiopulmonares, renales o psiquiátricas.

Teniendo en cuenta estas consecuencias, es vital que las instituciones se preparen para responder adecuadamente a los riesgos derivados de las olas de calor. Para ello, la ciudadanía debe estar correctamente informada sobre las condiciones meteorológicas, los recursos disponibles en materia de prevención y de atención a emergencias y en materia de medidas preventivas dependientes del individuo.

Medidas para prevenir los problemas más graves

Precisamente, el aspecto individual juega un papel fundamental en la prevención de las peores consecuencias sanitarias de las olas de calor. Sin descuidar el aspecto de Salud Pública que marca este tipo de eventos meteorológicos, existen varios métodos para proteger nuestra salud frente a las altas temperaturas.

Así, es fundamental cuidar la hidratación (que suele ser catalizador de algunos de los problemas más graves) mediante la ingesta frecuente de líquidos y agua. También, debemos adaptar nuestra conducta a las condiciones atmosféricas, evitando las actividades extenuantes o las salidas a espacios exteriores en las horas más calurosas del día.

De la misma manera, es importante garantizar que las actividades laborales y de otra naturaleza se realizan en entornos adecuadamente climatizados. Ante la aparición de síntomas graves (mareos, dolores intensos, manifestaciones cardiovasculares, problemas respiratorios, fiebre alta, vómitos incontrolables) es vital buscar atención médica inmediata.

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Referencias

OPS /OMS. Olas de calor. Consultado online en https://www.paho.org/es/campanas/olas-calor-salud el 20 de julio de 2023.

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