Miopía, Astigmatismo e Hipermetropía: qué son y en qué se diferencian

Imagen de archivo de una revisión óptica a un niño.
Imagen de archivo de una revisión oftalmológica a un niño.
FUNDACIÓN IMO
Imagen de archivo de una revisión óptica a un niño.

Es invierno, miras a través de la ventana del hotel donde has ido a pasar unos días de descanso y el paisaje es increíble, un riachuelo trascurre entre unas montañas con zonas blancas nevadas que se alternan con otras de hierba verde y un cielo azul con algunas nubes le dan el “toque” perfecto para que puedas disfrutar de tu desayuno y más tarde seguir leyendo ese artículo que tanto te gusta. 

SALVADOR GARCIA-DELPECH

Dr. Salvador García-Delpech

  • Co-Director médico Clínica Aiken
    Fundación Aiken. Valencia.

Pero por un momento imagina que no pudiéramos ver nada, como los murciélagos por ejemplo, imagínate la de cosas que te habrías perdido a lo largo de tu vida, todos esos momentos que no habrían tenido sentido para ti si no fuera porque, un dispositivo tan delicado y a la vez complejo como es el ojo humano, permite en cada momento, que las imágenes se perciban y trasladen al cerebro para ser ahí interpretadas.

Enfocar de forma nítida

El objetivo del ojo es enfocar las imágenes de la manera más nítida posible en los receptores que se encuentran en una zona muy concreta del fondo del ojo, en la foveola, un espacio de unos 0,3 mm de diámetro. Para ello todas las estructuras ópticas del ojo humano han de hacer un trabajo difícil. Esta es una de esas tareas complejas que no siempre se consiguen. Si la luz se acaba reflejando sin problemas en la foveola podremos hablar de un ojo emétrope, si no es así estaremos ante un ojo con algún tipo de ametropía, siendo las más frecuentes la miopía, hipermetropía y el astigmatismo.

Miopía, el defecto de refracción más frecuente

Alertan de una emergente "epidemia de miopía"
Alertan de una emergente "epidemia de miopía"
Wochit

La miopía es el defecto de refracción más frecuente, como hemos comentado en otro de nuestros artículos una de cada tres personas en los países occidentales es miope y se calcula que en el 2050 esta cifra suba a una de cada dos, la mitad de la población. Se trata de que la imagen se enfoca por delante de la retina, de manera que no se pueden ver bien las cosas que están lejos y sí las que están cerca, ya que si acercamos el objeto más de lo normal conseguimos enfocarlo en la retina. 

Hablaremos de “corto de vista” y además si es importante puede asociar otros problemas como una retina más delicada que pueda llevar a generar desprendimientos de retina por ejemplo.

Hipermetropía, no vemos bien de cerca

Una imagen de un ojo de una persona con miopía.
Una imagen de un ojo.
ARCHIVO

La hipermetropía es lo contrario, el ojo es más pequeño de lo que cabría esperar y por lo tanto las imágenes se enfocan “por detrás” de la retina. 

En este caso no podremos ver bien las cosas de cerca mientras que, si la hipermetropía no es muy importante, no nos dificultará enfocar las imágenes lejanas. Por lo tanto cuando la persona hipermétrope pasa un rato mirando de cerca, leyendo o con pantallas, puede tener cansancio, picor de ojos, dolor de cabeza. 

Estos síntomas son muy importantes en los niños, si se presentan conviene ir al oftalmólogo porque una hipermetropía no diagnosticada a tiempo puede llegar a producir un ojo vago, una característica que es conveniente tratar antes de los 10 años de edad. 

En la hipermetropía importante, al ser el ojo más pequeño de lo esperable, también pueden aparecer enfermedades asociadas, en este caso el glaucoma de ángulo estrecho, una afectación del nervio óptico secundaria a un aumento de la tensión del ojo por dificultad en la salida del humor acuoso, de un líquido que está en la parte anterior del ojo, pero esto ya lo trataremos en otro artículo por separado.

Astigmatismo, imagen distorsionada y torcida

Imagen de archivo de unas gafas.
Imagen de archivo de unas gafas.
GTRES

De el astigmatismo ya hemos hablado antes, la imagen no se crea definida sino más bien “torcida” “alargada” o “distorsionada”, es como si estuviéramos mirando un cuadro de El Greco o el cuadro “el grito” de Edvard Munch (búscalo si no lo conoces, es algo exagerado pero te dará una idea de lo que estamos hablando). 

En este caso la imagen tanto de lejos como de cerca se va a ver afectada porque la causa principal suele ser una distorsión en la córnea, la lente que tenemos delante del ojo. Además esta condición se puede asociar a las dos anteriores, es decir, una persona puede ser hipermétrope y tener astigmatismo o ser miope y tener astigmatismo, lo que no podemos asociar en un mismo ojo es la hipermetropía y la miopía.

El músculo para enfocar falla a partir de los 40 años

Además, a partir de los 40 años de edad aproximadamente, el músculo que sirve para enfocar suele empezar a fallar y a eso lo llamamos presbicia o “vista cansada”, da igual que antes fuéramos hipermétropes, miopes, astígmatas, la pérdida de fuerza del músculo ciliar que es el que sirve para enfocar acaba afectando a todos.

¿Cuál es la buena noticia? Que todo lo anterior tiene solución, bien sea con gafas, lentes de contacto o con cirugía. Sí, lo has leído bien, la miopía, hipermetropía, astigmatismo e incluso la presbicia “se pueden operar”, créeme, yo mismo estoy operado de miopía, astigmatismo y presbicia y este artículo lo escribo en un portátil, sin necesidad de gafas

Así que tranquilidad, deja de leer el artículo y mira a tu alrededor, mira el paisaje por la ventana o disfruta simplemente del placer de ver todo aquello que te rodea y que se enfoca en esos 0,3 mm de tu retina, es algo increíble ¿no te parece?.

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