Las infecciones bacterianas crónicas como la salmonela aumentan el riesgo de padecer cáncer de colon

Imagen al microscopio de Salmonella enterica serovar Typhimurium.
Imagen al microscopio de Salmonella enterica serovar Typhimurium.
BRINKMANN, PLANCK INSTITUTE INFECTION BIOLOGY
Imagen al microscopio de Salmonella enterica serovar Typhimurium.

El cáncer, actualmente primera causa de muerte en la mayoría de los países más desarrollados, es una enfermedad compleja, en cuyo origen intervienen muchas variables que a menudo no entendemos del todo. 

Así, por ejemplo, en los últimos años se viene estudiando cuál es exactamente la relación entre el microbioma intestinal (la población heterogénea de microorganismos que habita en el interior de nuestro intestino, cuyo efecto sobre la salud en general es cada vez más evidente) y una de las formas más comunes de cáncer, el cáncer colorrectal.

La salmonela interrumpe las respuestas inmunes

En esto incide un artículo de revisión de literatura publicado por Jun Sun, profesor de la Universidad de Illinois (Estados Unidos) en el medio especializado Chinese Medical Journal. En él, el autor emplea el caso de las infecciones crónicas por la bacteria Salmonella para estudiar la relación entre la biodiversidad intestinal y la carcinogénesis.

Tal y como explica, las bacterias patógenas atacan la fisología del huésped interactuando con sus células y otros microbios del intestino, ya sea físicamente o químicamente (liberando proteínas y metabolitos). Este tipo de interacciones pueden interrumpir respuestas inmunes, cronificar las infecciones y la inflamación y, eventualmente, causar daño genético potencialmente carcinogénico.

Esto explica, por ejemplo, que los pacientes con antecedentes personales de infección por salmonela tengan mayor riesgo de cáncer colorrectal que la población en general.

La interrupción de las respuestas inmunes, por otra parte, dificulta que el cuerpo combata el cáncer cuando éste surge. Esto sucede cuando las bacterias invasoras modifican ciertas vías clave de señalización (en el caso de la salmonela, segregando la proteína AvrA), lo que promueve la inflamación crónica y genera un entorno habitable para la bacteria.

Estas condiciones, a su vez, dañan el material cromosómico de las células. Esto, en ocasiones, degenera en la formación de un tumor (al fin y al cabo, el origen de los tumores es un daño genético en las células carcinógenas).

Hacen falta datos en humanos

Con todo, el autor señala también algunas de las incógnitas que quedan por dilucidar en esta relación, así como algunas áreas en las que aún hay una falta patente de investigación.

En particular, Sun hace notar la falta de estudios en humanos que porten datos para confirmar algunos de estos mecanismos, ya que la mayoría de la información de la que disponemos en la actualidad proviene de estudios sobre modelos animales.

La idea, en cualquier caso, es que determinar con exactitud la relación entre las bacterias intestinales y la formación de los cánceres colorrectales puede abrir la puerta a nuevos tratamientos y estrategias preventivas, así como a técnicas que permitan establecer con mayor exactitud el riesgo de cada individuo.

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