Estos son todos los factores que influyen en una resaca dura: no solo cuenta el número de copas

Dolor de cabeza, malestar estomacal, mareos o aturdimiento son algunos de los síntomas que provoca el consumo excesivo de alcohol.
Dolor de cabeza, malestar estomacal, mareos o aturdimiento son algunos de los síntomas que provoca el consumo excesivo de alcohol.
Michal Jarmoluk / Pixabay
Dolor de cabeza, malestar estomacal, mareos o aturdimiento son algunos de los síntomas que provoca el consumo excesivo de alcohol.

En las fechas navideñas, son muchas las personas que caen en los excesos con el alcohol y terminan sufriendo las duras consecuencias al día siguiente en la forma de los síntomas de la resaca.

Desde luego, la clave para evitar estas molestias es evitar o como mínimo moderar el consumo de alcohol. Con todo, el número de copas que uno se bebe no es el único factor que influye en la intensidad de la resaca.

Mecanismos biológicos

Craig Gunn, profesor de psicología de la Universidad de Bristol (Reino Unido) explica en el medio The Conversation que, en el contexto de la investigación científica, las resacas se suelen medir en una escala de intensidad que va del 0 al 10, y que algunos estudios han estimado que hasta un 5% de las personas serían resistentes a sufrirla, mientras que el resto, después de consumir cierta cantidad de alcohol en la noche previa, marcará distintos valores en la escala, rara vez más de 8.

La naturaleza de esta diferencia, afirma, se debe a una combinación de mecanismos biológicos y psicológicos que convergen en cada uno de nosotros.

Por ejemplo, se ha demostrado que las personas con cierta variación en el gen ALDH2 experimentarían peores síntomas. Esto, además resulta bastante lógico cuando tenemos en cuenta que nuestro cuerpo metaboliza (transforma) el alcohol en acetildehído (un compuesto tóxico que es en gran medida responsable de las molestias de la resaca) y luego descompone el acetildehído; y que esta variante del ALDH2 limita la descomposición de este último subproducto.

La edad y el género también resultan determinantes, apunta Gunn. En contra de la creencia popular, investigaciones recientes han mostrado que la severidad de la resaca tiende a disminuir con la edad; y parece ser que las mujeres jóvenes tienden a tener síntomas menos pronunciados que los varones jóvenes (esta diferencia, posteriormente, se va reduciendo también con la edad). La razón de estas progresiones, no obstante, por ahora se desconoce.

Mecanismos psicológicos

Por otra parte, ciertos factores psicológicos se han relacionado con la experiencia de la resaca, como los niveles de estrés y ansiedad, la personalidad o la presencia de trastornos del ánimo.

Existe cierta discusión sobre si el neuroticismo (que no es un trastorno en sí mismo sino un rasgo de la personalidad) se relaciona con peores síntomas o no. La extroversión, por el contrario, no parece estar relacionada pese a que se ha demostrado que las personas más extrovertidas tienden a beber grandes cantidades de manera más frecuente, y que la frecuencia del consumo de alcohol sí que es un factor en la severidad de la resaca.

Respecto a la ansiedad, la depresión y el estrés, se ha teorizado que el sesgo negativo que estas condiciones confieren (la tendencia a interpretar los acontecimientos desde una óptica negativa) podrían llevar a una vivencia subjetiva de la resaca como más severa.

Referencias

Craig Gunn. Bad hangovers? Why genetics, personality and coping mechanisms can make a difference. The Conversation (2022). Consultado online en https://theconversation.com/bad-hangovers-why-genetics-personality-and-coping-mechanisms-can-make-a-difference-196308 el 28/12/2022.

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