Demuestran la eficacia de un marcapasos y un desfibrilador que se comunican sin cables

Investigadores del Hospital Clínic de Barcelona y científicos internacionales han demostrado la eficacia de un nuevo dispositivo formado por un marcapasos y un desfibrilador que se comunican entre ellos por radiofrecuencia, sin cables, lo que evita las infecciones a las personas que padecen problemas cardíacos.
El Hospital Clínic-Idibaps de Barcelona ha participado en un estudio internacional que demuestra la "eficacia y seguridad" de un nuevo dispositivo sin cables en pacientes con riesgo de muerte súbita, ha informado este jueves en un comunicado.
Los investigadores del Hospital Clínic-Idibaps Lluís Mont y José M. Tolosana muestran el nuevo dispositivo en Barcelonam (EP)
El Hospital Clínic-Idibaps de Barcelona ha participado en un estudio internacional que demuestra la "eficacia y seguridad" de un nuevo dispositivo sin cables en pacientes con riesgo de muerte súbita, ha informado este jueves en un comunicado.
El Hospital Clínic-Idibaps de Barcelona ha participado en un estudio internacional que demuestra la "eficacia y seguridad" de un nuevo dispositivo sin cables en pacientes con riesgo de muerte súbita, ha informado este jueves en un comunicado.
EFE

El Hospital Clínic-Idibaps de Barcelona ha participado en un estudio internacional que demuestra la "eficacia y seguridad" de un nuevo dispositivo sin cables en pacientes con riesgo de muerte súbita.

En este estudio internacional, publicado en el New England Journal of Medicine (NEJM), han participado en el comité directivo el doctor Lluís Mont, jefe de la Unidad de Fibrilación Auricular y del grupo Biopatología y tratamiento de las arritmias cardíacas del IDIBAPS, y el doctor José Tolosana, del mismo equipo, que este jueves han ofrecido una rueda de prensa para explicar este avance médico.

Una investigación de diez años

Durante diez años, investigadores y médicos de Europa, Asia y Estados Unidos, entre ellos el grupo del Clínic de Barcelona, han trabajado en el nuevo dispositivo, formado por un desfibrilador subcutáneo y un marcapasos muy pequeño, que funcionan sin cables y se comunican entre ellos por radiofrecuencia, en pacientes con arritmias ventriculares con riesgo de muerte súbita.

El ensayo se ha probado en 162 pacientes, de los que una veintena han sido tratados en el Hospital Clínic, con un seguimiento posterior no menor de seis meses.

El ejemplo del paciente David Andújar

Entre ellos se encuentra David Andújar, al que se le implantaron el desfibrilador y el marcapasos sin cables el pasado año 2023, tras sufrir un ataque cardíaco masivo en octubre de 2022, y que este jueves también ha explicado su vivencia como enfermo.

Andújar llevó durante ocho meses un desfibrilador para evitar su muerte súbita en caso de un nuevo ataque y desde el Clínic le propusieron formar parte del estudio internacional.

Tras ser operado y recibir el nuevo dispositivo, este paciente, que tenía 48 años en el momento de sufrir el ataque, no ha registrado ninguna complicación cardíaca y puede hacer una vida mucho más normal, aunque debe conectarse cada día a una máquina en su casa a la que el marcapasos y el desfibrilador envían la información sobre la actividad de su corazón.

Esta información se deriva a los médicos y sanitarios del hospital, que controlan la evolución de Andújar, que llegó a quedar con un 31 % de función cardíaca y que hoy se ha mostrado satisfecho y agradecido por haber formado parte de este estudio.

Al principio, te sientes raro llevando los aparatos pero es que me cansaba mucho

"Al principio, te sientes raro llevando los aparatos pero es que me cansaba mucho", ha explicado este paciente, que trabajaba en la construcción y al que se le diagnosticó de ansiedad cuando consultó que se cansaba y no podía hacer lo que normalmente hacía.

Andújar tenía la vena femoral obstruida y esperó durante tres horas mientras tuvo el infarto porque él creía que lo que le pasaba era un ataque de ansiedad.

Cambio de paradigma sobre la muerte súbita

Marcapasos
Marcapasos
J.E.

El doctor Mont ha considerado que el estudio permitirá "cambiar el paradigma de tratamiento de los pacientes con arritmias ventriculares y riesgo de muerte súbita, ya que se podrán beneficiar de ambos tipos de estimulación -desfibrilador y marcapasos-, evitando las complicaciones que se observan con los sistemas de cables al cabo de unos años de su implantación".

Actualmente, el tratamiento que se da a los pacientes con arritmias ventriculares que están en riesgo de muerte súbita es el desfibrilador, que se implanta bajo la piel en la zona que está un poco más abajo de la axila y que lleva un cable hasta el área del corazón.

Este desfibrilador permite monitorizar el ritmo cardíaco y emite descargas cuando detecta una arritmia peligrosa o pequeños impulsos cuando el corazón va demasiado lento.

Estos dispositivos pueden provocar complicaciones debidas a infecciones, desplazamiento de los electrodos y reacciones adversas, que aumentan a medida que pasa el tiempo, aunque los desfibriladores subcutáneos son menos invasivos y han mejorado estas complicaciones.

No obstante, los desfibriladores no permiten la estimulación para ritmos cardíacos lentos o la estimulación de ritmos rápidos para detener la taquicardia evitando un 'shock' eléctrico.

Los marcapasos usan impulsos eléctricos

Por su parte, los marcapasos usan impulsos eléctricos de baja energía para controlar la frecuencia y el ritmo de los latidos del corazón, y mientras los tradicionales envían los impulsos eléctricos a través de cables, los inalámbricos lo hacen sin ellos.

La nueva investigación ha demostrado que si ambos aparatos se comunican funcionan de forma eficaz y sin complicaciones, lo que beneficia a los pacientes que padecen arritmias ventriculares con riesgo de muerte súbita.

Colocación del marcapasos
Colocación del marcapasos
GVA

Las arritmias son alteraciones en el ritmo normal del corazón, que puede latir demasiado rápido (taquicardia), demasiado lento (bradicardia) o de forma irregular, unas situaciones que pueden ser benignas y sin síntomas, o bien causar síntomas graves como mareos, falta de aire, dolor en el pecho o desmayos.

Entre las más peligrosas se encuentran la fibrilación ventricular y la taquicardia ventricular, que pueden llevar a la muerte súbita si no se tratan rápidamente.

El nuevo dispositivo precisa ahora de la aprobación de la FDA (agencia del Gobierno de Estados Unidos, responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos y aparatos médicos, entre otras cosas) y de la Agencia Europea de los Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) para poder iniciar su comercialización, ha precisado el doctor Mont. 

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