¿Cuáles son las mejores pruebas para detectar el cáncer?

Un estudio utilizó la resonancia magnética para ver cómo era el cerebro de las personas creativas.
Un estudio utilizó la resonancia magnética para ver cómo era el cerebro de las personas creativas.
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Un estudio utilizó la resonancia magnética para ver cómo era el cerebro de las personas creativas.

Los expertos no se cansan de repetir que detectar el cáncer a tiempo es fundamental para mejorar el pronóstico del paciente. Por desgracia, esto no siempre es fácil; algunas formas de esta enfermedad pueden tardar en causar síntomas, y no todas las pruebas sirven para dar rápidamente con ellas.

De hecho, la manera de detectar el cáncer varía ampliamente en función del tipo de cáncer del que se trate y del propio perfil del paciente. En muchos casos, los tumores se detectan cuando aparece algún signo preocupante, que motiva una investigación clínica. En otros puede encontrarse como parte de un programa de cribado (lo que a menudo es algo muy positivo, ya que es posible que se produzca en fases tempranas cuando aún no ha provocado síntomas. Otras veces, el positivo en cáncer se da como resultado colateral de pruebas que se realizaban por cualquier otro motivo.

Pruebas de laboratorio

Así, por ejemplo, y tal y como señala el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, las concentraciones muy altas o muy bajas en sangre de determinadas sustancias pueden ser indicativas de cáncer. Esto, no obstante, no quiere decir que un resultado anormal en un análisis implique la presencia de un tumor; normalmente, cuando se detecta lo que se considera un posible indicio, es necesario realizar análisis específicos en busca de marcadores cancerígenos concretos. 

Como curiosidad, hay que apuntar que tanto las células sanas como las cancerígenas suelen producir las sustancias consideradas como marcadores tumorales, solo que las últimas lo hacen en cantidades mucho mayores. Por ello, en todo caso deben ser profesionales quienes interpreten los resultados de la prueba.

Pruebas de imagen

Por otra parte, ciertas pruebas de imagen pueden permitir a los médicos verificar la presencia de algunos tipos de tumor. Entre estas pruebas destacan algunas como la resonancia magnética (MRI), la tomografía computarizada (TC), la tomografía nuclear, la gammagrafía ósea, la tomografía por emisión de positrones (TEP), la ecografía o la radiografía. 

La idoneidad de una o de otra técnica va a depender en gran medida del tipo de tumor y de su localización. Así, un caso especial es el de la colonoscopia, una prueba que combina procedimientos de imagen (ya que se introduce un endoscopio en el recto) y de biopsia, como veremos a continuación.

Biopsias

La biopsia es una prueba que consiste en la extracción y análisis de muestras de ciertos tejidos. Como tal, y si bien no suele ser el primer paso en la detección de un cáncer, tiende a ser una parte fundamental del proceso de confirmación de la presencia de un tumor y de determinación de su tipo y naturaleza, así como otros detalles importantes en el tratamiento (microambiente, mutaciones...).

Así, son frecuentes los procesos de colonoscopia o broncoscopia, en la que se obtienen muestras en el colon o los bronquios respectivamente. En casos de mayor gravedad, se puede optar por las biopsias a través de cirugía, en los que también se intenta eliminar la mayor cantidad posible del tejido tumoral.

Referencias

NIH. Cómo se diagnostica el cáncer. Instituto Nacional del Cáncer. Consultado online en https://www.cancer.gov/espanol/cancer/diagnostico-estadificacion/diagnostico el 23/03/2023

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