Cuidados para tener unas uñas perfectas

Si lo que quieres es que tus manos parezcan más jóvenes, las tonalidades claras y los rojos vivos serán tus mejores aliados.
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Unas manos bonitas aportan tanta belleza y estilo como un buen maquillaje, un peinado a la última o un conjunto elegante. Para conseguirlas es imprescindible prestar atención a las uñas, ya que bien cuidadas, completarán el look perfecto.

En primer lugar, no deben ser excesivamente largas ni demasiado cortas. Con ayuda de una lima deberemos trabajarlas para conseguir la medida perfecta. Además, este utensilio nos ayudará a darles la forma deseada: ovaladas, en forma de almendra o rectangulares.

Es necesario también cuidar las cutículas y eliminarlas con ayuda de un cortacutículas. Hay que evitar siempre morderlas, al igual que las uñas, ya que sólo conseguiremos hacernos heridas y afear nuestros dedos. Una buena crema hidratante ayudará a evitar su reaparición.

Una vez que hemos prestado atención a estos detalles, llega el momento de utilizar el pintauñas. Para aplicarlo, las uñas deben estar completamente secas y limpias para garantizar que el esmalte nos dure el mayor tiempo posible. La iluminación también es muy importante, así como conseguir una postura cómoda si vamos a pintarnos las uñas de los pies.

La elección del color dependerá del aspecto que quieras darle a tus manos. Los colores oscuros harán que tus uñas se vean más cortas, mientras que los esmaltes con brillo simularán unas uñas más grandes. Si lo que quieres es que tus manos parezcan más jóvenes, las tonalidades claras y los rojos vibrantes, que tan de moda se han puesto en el último año, serán tus mejores aliados.

Una vez escogido el color, moja el pincel y pásalo suavemente por el borde para evitar coger demasiada cantidad. Presta atención a los bordes de las uñas, con cuidado de no sobrepasarlos. Si esto ocurriera, pasa un bastoncillo impregnado con quitaesmaltes, a ser posible sin acetona, y listo. Por último, cuando hayas acabado con una mano es aconsejable esperar al menos 10 minutos antes de empezar con la otra para asegurar que el esmalte de la primera se ha secado y evitar así estropearlo.