Sardá pone la nota picante con sugerentes prendas íntimas y de baño

Modelos presentados por Sardá en la Pasarela cibeles 2009.

La firma catalana capitaneada por Andrés Sardá ha puesto en Cibeles la nota picante sobre la pasarela -convertida en un yate de lujo con un ojo de buey que proyectaba imágenes del fondo del mar- con prendas de baño para el día y la noche marcadas por el lujo y el glamour de una colección que brilla a todas horas.

Sardá y su hija Nuria se inspiran en la estética de diferentes décadas, como los sofisticados 50, los cinematográficos 60, los luminosos 70 y los ultra sexys 80, para proponer atrevidos bikinis, bañadores y trikinis siempre conjuntados con sexys medias de ligueros, altas y originales botas -en ocasiones de tiras-, grandes gafas y atrevidos tocados, como los antiguos turbantes de baño.

El contraste de colores y materiales, un clásico de la marca, no defrauda tampoco en esta colección, en la que también se aplican materiales de vanguardia y un elaborado patronaje en su línea íntima en colores clásicos como el blanco y el negro, con incrustaciones de Swarovski que lanzan destellos en la noche, que combina con la transparencia de la gasa en blusones, pantalones o largos vestidos.

Además, Sardá recurre a los aires marineros con sugerentes prendas de baño de rayas azules y blancas con detalles en rojo, así como en sus bikinis y bañadores de topos negros, blancos y amarillos y los estampados para vestir el día, mientras que para las fiestas nocturnas se decanta por los platinos y dorados, así como por ajustados vestidos y petos calados en negro.

Javier Larrainzar hizo que el buen tiempo regresara a la pasarela gracias a una colección veraniega, alegre por la gama de colores utilizada y muy versátil.

Con prendas muy sencillas a la vez que elaboradas, el diseñador madrileño mostró dos líneas muy diferenciadas: una en telas enriquecidas con detalles en oro y plata muy ceñidos y con transparencias, y otra de vestidos en gasa estampada aptos para ser utilizados en cualquier ocasión del día.

El verde, el pistacho y  el coral son los colores utilizados por el modisto para su línea de ajustados vestidos de raso, sin olvidar los elegantes blanco y negro en su línea de baño, siempre complementada con grandes pamelas y bolsos, así como en chaquetas y vestidos repletos de cortes que esculpen la anatomía de la mujer.

La propuesta de la madrileña Alma Aguilar en Cibeles Madrid Fashion Week no sorprendió a nadie, al presentar una línea de vestidos chic y romántica muy en su estilo, en colores eléctricos, contrastados y vivos, en los que va del rosa o verde fuerte al blanco o gris, dentro de una colección en la que sólo aparecen dos estampados: uno multicolor de flores y otro jaspeado en tonos grises.

Aguilar se inspira en un viaje reciente a la India para sacar al mercado vestidos bohemios que evocan la India colonial inglesa del lujo exquisito y la tradición, con gasas sencillas pero muy trabajadas, en tejidos naturales como la seda y el algodón en casi todas sus expresiones: gasa, muselina, crepe, georgette y plumas naturales, en los que la diseñadora introduce bordados artesanales con cristal de roca y piedras semipreciosas.