¿De qué depende el nivel de confianza en uno mismo? Según un interesante artículo publicado en Harvard Health Publishing, la autoconfianza está directamente relacionada con la edad. Es decir, el nivel de confianza y autoestima de una persona podría asimilarse visualmente a una curva de campana, que aumenta gradualmente durante los últimos años de la adolescencia hasta alcanzar su punto máximo durante la mediana edad y que tiende a disminuir después de los 60 años, como confirmó un estudio realizado en 2010 entre personas de 25 y 104 años publicado en el Journal of Personality and Social Psychology.
Los investigadores afirmaban que la razón principal de ese patrón es que en la mediana edad es cuando las personas suelen ocupar las posiciones más altas de poder, estatus e importancia: tanto en el trabajo como en sus relaciones personales siendo además más aventureros a la hora de probar cosas nuevas. Mientas que los adultos mayores suelen perder estos roles al entrar en las últimas etapas de su vida.
De hecho, según afirma en este artículo Fred Silverstone, consejero de salud mental y fundador del programa SAGE (Envejecimiento Exitoso a través del Compromiso Grupal) en el hospital McLean afiliado a Harvard. “Esta falta o pérdida de confianza puede hacer que las personas sean más retraídas, menos activas y más temerosas de los acontecimientos cotidianos, como conducir o manejarse con la tecnología. Empiezan a creer que no pueden vivir como antes”.
Pero obviamente, esta pérdida de confianza en uno mismo no solo depende de la edad y su fluctuación a lo largo de la vida puede tener su origen en otros factores. Es posible que los niveles bajen después de fracasar en un proyecto en los estudios o en el trabajo, tras el fin de una relación de pareja o con la muerte de un ser querido o amigo. ¿Cómo se puede reconocer uno de estos baches de confianza y ayudarse a uno mismo a superarlo? El popular weblog norteamericano Lifehacker disecciona una serie de rutinas que pueden resultar realmente útiles a la hora de reconstruir o potenciar la autoconfianza:
Establecer una rutina por la mañana
Se trataría de establecer un tiempo diario para el autocuidado, previo al inicio de las actividades habituales. Se recomienda empezar por rutina pequeñas como, por ejemplo, meditar o encontrar unos minutos para practicar algún cuidado del cuerpo. Se trata de iniciar el día de una forma pausada, preocupándose primero por uno mismo, dejando al margen las preocupaciones y prepararnos para afrontar el día.
Ejercicios mentales
La publicación también afirman que se pueden reforzar los hábitos saludables antes de asumir las responsabilidades del día a través de ejercicios mentales que practicados de de forma habitual aumentarán la autoestima y la función cerebral. Se necesita que se ejecuten diariamente para crear una rutina y conseguir mayores beneficios.
En la era Internet existen numerosas aplicaciones para el móvil diseñadas con el objetivo de motivarnos a través de actividades, afirmaciones positivas, consejos y reflexiones, que ayudan a mejorar el estado de ánimo.
Aprender a hablar en positivo
Cambiar el discurso negativo por otro positivo es fundamental para superar un descenso de confianza. Se trata de buscar alternativas cuando uno afronta un momento especialmente pesimista: sustituir el ‘esto es imposible’ por ‘todo lo que tengo que hacer es intentarlo’ o el ‘no puedo hacer nada bien’ cuando se ha cometido un error por ‘puedo hacerlo mejor la próxima vez’.
Escribir un diario de gratitud
Otra herramienta especialmente útil para recuperar la confianza en uno mismo puede ser escribir cada día o una vez a la semana una lista de las cosas por las que uno está agradecido. Según la publicación, a medida que se adquiere el hábito de escribir sobre la gratitud el cerebro desarrolla de forma natural la habilidad de encontrar esa áreas por las que se está agradecido. Y menciona una frase del doctor Robert A. Emmons: “Busca la profundidad en lugar de la amplitud. Elaborar en detalle una cosa particular por la que estás agradecido conlleva más beneficios que una lista superficial de muchas cosas”.
Por su parte, cuando la pérdida de confianza está directamente relacionada con la suma de años, los expertos de Harvard recomiendan tener en cuenta una serie de estrategias:
Cuidar la apariencia. "Cuando te esfuerzas por mejorar tu aspecto, descubres que la opinión que tienes de ti mismo es más positiva", dice Silverstone.
Aprender algo. Actividades cómo aprender a pintar o a tocar un instrumento, estudiar un idioma extranjero o tomar clases de baile o de escritura ayudan a aprovechar el deseo natural de aprender y dominar una nueva habilidad. "Demuestra que todavía puedes lograr cosas nuevas y encontrar el placer en ellas", sentencia el doctor.
Desafiarse físicamente. Encontrar un reto físico que se pueda completar de forma realista. Por ejemplo, entrenar para una carrera, completar una serie de clases de entrenamiento o incluso caminar unos kilómetros al día durante un mes. "Cualquier forma de ejercicio, por grande o pequeña que sea, es beneficiosa para la salud física y mental", dice Silverstone. "Hacer ejercicio con regularidad también ayuda a crear confianza en nuestra capacidad para ser activos".
Mantenerse conectado. Los estudios demuestran que las conexiones personales ayudan a reducir los riesgos de depresión y ansiedad a menudo asociados a los sentimientos de baja autoestima. Socializar es muy importante y si lo unimos a un voluntariado, por ejemplo: “proporciona interacción personal y da la oportunidad de usar nuestras habilidades disponibles”. Otra opción es la de crear un grupo de amigos para reunirse de forma regular y compartir experiencias.
Buscar ayuda profesional. La terapia de grupo o el asesoramiento individual pueden ayudar a superar los obstáculos que afectan a la confianza.
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