TDAH en adultos. ¿Qué consecuencias tiene no detectarlo y tratarlo en la infancia?

  • Se calcula que un 4,4 % de los adultos de entre 18 y 45 años tienen TDAH. 
  • Un adulto con TDAH tiene más probabilidades de tener un accidente de tráfico, de padecer ansiedad o depresión y un elevado riesgo de ser adicto a sustancias tóxicas.
La depresión y la ansiedad son dos comorbilidades frecuentes del TDAH en adultos
La depresión y la ansiedad son dos comorbilidades frecuentes del TDAH en adultos
Holger Langmaier / Pixabay
La depresión y la ansiedad son dos comorbilidades frecuentes del TDAH en adultos

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) afecta a alrededor de un 7,5 % de los niños. Sin embargo, este trastorno conocido y tratado durante la infancia es casi un desconocido en la edad adulta cuando sigue afectando a alrededor del 4,4 % de la población. Y es que, aunque se ha creído erróneamente que desaparecía con la adolescencia, dos tercios de los niños con TDAH continúan con síntomas en la edad adulta. Otros trastornos, así como la falta de formación de profesionales en TDAH en la edad adulta provocan que pase desapercibido y que el diagnóstico llegue tarde, como se concluyó en la 18ª Jornada sobre Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, ‘Aislamiento, adicciones y TDAH’, organizada por la Fundación Educación Activa. Esto produce un impacto muy negativo en la vida de las personas que lo padecen, “nos encontramos con un adulto con dificultades para gestionar sus propias emociones, empezar y terminar tareas y gestionar el tiempo. Los adultos con TDAH suelen ser personas que han vivido desde muy pequeñas la experiencia del rechazo y de sentirse diferente y esto los ha llevado a desarrollar rasgos, trastornos de personalidad que afectan a su relación social y a su autoestima”, explicó la doctora Juncal Sevilla Vicente, psiquiatra en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

¿Cómo es un adulto con TDAH?

Un adulto que padece TDAH, pero que no fue diagnosticado ni tratado de niño, es probable que haya tenido un escaso rendimiento académico durante su vida, así como problemas de adaptación al medio laboral y en sus relaciones interpersonales. Un adulto con TDAH, tiene, por ejemplo, más probabilidades de tener un accidente de tráfico, de padecer ansiedad o depresión y un elevado riesgo de ser adicto a sustancias tóxicas.

Las manifestaciones más comunes de las personas adultas con TDAH son, según la Fundación Cantabria Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad:

•Menor estabilidad laboral, muchas veces porque cometen más errores o descuidos, son desorganizados, se distraen fácilmente o tienen problemas de concentración en algunas tareas.

•Son personas "con mucha energía".

Hablan en exceso e interrumpen para responder antes de que hayan terminado de formularles la pregunta y se entrometen frecuentemente en conversaciones ajenas.

•Son impacientes y presentan dificultades para esperar el turno. Esto se manifiesta, por ejemplo, en que les cuesta esperar en un atasco en la carretera, en una cola, etc.

•Son personas soñadoras y parece que no escuchan cuando se les habla.

•Suelen empezar muchos proyectos al mismo tiempo, aunque tienen problemas para finalizarlos.

•Suelen ser olvidadizos y despistados.

Les cuesta estar sentadas sin moverse o sin juguetear con las manos y los pies.

Tienen más dificultades para controlar los impulsos, regular las emociones y suelen ser más temerarios. Esto provoca que sean más irritables y se encolericen con facilidad.

Se sienten intranquilos, inquietud subjetiva interior.

•Tienen más problemas en sus relaciones interpersonales y de pareja.

•Suelen tener una baja autoestima y baja tolerancia a la frustración.

¿Por qué el diagnóstico suele ser tardío?

Para poder diagnosticar TDAH a un adulto los síntomas tienen que estar presentes desde la infancia. Los síntomas relacionados con la hiperactividad suelen remitir, cambiar o aminorarse con los años, algo que no sucede con la atención y la impulsividad.

El diagnóstico precoz es indispensable para mejorar la calidad de vida de los pacientes, algo que no ocurre a menudo debido a que suele confundirse con otros trastornos, como asegura Fátima Guzmán Tordesillas, directora y fundadora de la Fundación Educación Activa, “los pacientes TDAH adultos encuentran muchos problemas para que les diagnostiquen adecuadamente. Se sabe que existen otros trastornos, como el ataque de pánico, los trastornos de ansiedad, la depresión o el trastorno bipolar, que interfieren a veces con la atención y, por tanto, dan lugar a la inatención, que es un síntoma no-específico de la psicopatología, y no necesariamente un índice particular del TDAH en adultos. En algunos casos, estos adultos son medicados para todas estas patologías durante años sin haber llegado nunca a solucionar sus problemas. Sin embargo, cuando visitan a un psiquiatra especialista en TDAH y les administran un tratamiento teniendo en cuenta este trastorno, les cambia la vida”, asegura.

¿Cómo se trata?

Una vez diagnóstico el TDAH en adultos, los pacientes suelen mejorar mucho. El tratamiento, al igual que ocurre con los niños, debe ser multidisciplinar, combinando el farmacológico con el psicológico. Sin embargo, aquí los adultos también encuentran más problemas, pues los fármacos disponibles no siempre están indicados para adultos ni están cubiertos por el sistema nacional de salud. Fátima Guzmán insiste sobre todo en la importancia de la terapia psicológica, “es muy importante la psicoeducación, explicar qué significa el diagnóstico, cuáles son sus síntomas y cómo podemos abordarlos. Hacer entender a la familia por qué estas personas tienen esas peculiaridades y qué diferencias existen con quienes no lo padecen. Además, debemos proporcionar al paciente estrategias de control emocional y abordaje cognitivo”, destaca. Y es que, con la edad adulta, los problemas y comorbilidades aumentan y también deben ser tratados, “son temas muy sensibles y deben ser abordados caso a caso. Algunos de ellos pueden necesitar terapia de pareja con enfoques entrenamiento en métodos de comunicación y resolución de problemas. Cuando existen problemas en el ámbito laboral se producen grandes mejoras sin son tratados para la atención y la impulsividad”, explica Guzmán.

Para que el TDAH se detecte cuanto antes en la edad adulta, desde la Fundación Educación Activa apuestan por una mayor formación de los psiquiatras infantiles y de adultos y una mayor implicación de las administraciones públicas. 

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