El hummus está (sigue) de moda. Gusta a todos y está en todos los supermercados. Se trata de un plato compartido por muchos países del Mediterráneo y Oriente Medio, y en cada zona tienen su propia versión, con pequeñas variaciones o ingredientes.
Hablamos, claro, de esa crema de garbanzos cocidos con zumo de limón, que incluye pasta de tahina y aceite de oliva. De hecho, en árabe, hummus significa simplemente garbanzo.
En árabe, 'hummus' significa simplemente garbanzo
Claro que ya hemos descubierto que puede hacerse humus con berenjena, de lentejas, de remolacha... Y de calabaza, que está en plena temporada. Eso sí, ten en cuenta que el hummus de calabaza lleva un poco más de tiempo que cualquier otro.
Basta con cortar la calabaza, pasarla al horno y dejar que se haga a 180 grados durante unos 20 o 40 minutos (ya depende del tamaño de los trozos y de nuestro horno). Le viene bien ponerle unos ajos.
Al tiempo, lavamos unas zanahorias y las cortamos en tiras. Luego ya sólo queda sacar los trozos de calabaza y los ajos, y ponerlos en el vaso de nuestra batidora. Añadimos la zanahoria y trituramos hasta conseguir la textura de un hummus. Luego podemos espolvorear un poco de pimentón y añadir un hilo de aceite de oliva del bueno (el AOVE que tengamos en casa).
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