La PCR, siglas en inglés de 'Reacción en Cadena de la Polimerasa', es una técnica de diagnóstico que consiste en la toma de una muestra biológica para detectar un fragmento de material genético de un virus u otro microorganismo.
Actualmente, este tipo de prueba es la más fiable y la que presenta una mayor sensibilidad a la hora de confirmar casos positivos de SARS-CoV-2, aunque es una herramienta utilizada ampliamente en el ámbito sanitario.
Otras pruebas que se están realizando para la detección de la enfermedad son los famosos test de diagnóstico rápido, mediante una muestra de la saliva, o las pruebas serológicas, con una muestra de sangre, para determinar la presencia de anticuerpos.
¿Cuál es la técnica utilizada? ¿Es dolorosa?
El Ministerio de Sanidad subraya en el documento de Estrategia de detección precoz, vigilancia y control del Covid-19 que las muestras recomendadas para la PCR son del tracto respiratorio superior e inferior:
- Superior: exudado preferiblemente nasofaríngeo y orofaríngeo o exudado nasofaríngeo.
- Inferior: preferiblemente lavado broncoalveolar, broncoaspirado, esputo (si es posible) y/o aspirado endotraqueal, especialmente en pacientes con enfermedad respiratoria grave.
Así, la toma de la muestra se obtiene inclinando ligeramente la cabeza del paciente hacia atrás, se introduce un hisopo o bastoncillo en la garganta, hasta la faringe, y se rota o da vueltas de cinco a 10 segundos.
También se puede tomar la muestra del interior de la nariz, por lo que se introduce el bastoncillo por un orificio nasal unos cinco o siete centímetros hasta la nasofaringe y se gira durante unos segundos para obtener el tejido necesario.
¿Es tan dolorosa esta prueba? Es cierto que puede generar ciertas molestias, pero si el técnico la realiza correctamente y la persona no tiene ningún problema de salud o lesión en la nariz, no debería generar demasiado dolor, aunque sí resulte incómoda debido a la alta sensibilidad del tabique nasal.
"Sientes una pequeña punción al fondo de la nariz y un lagrimeo de ojos. Se te queda una sensación extraña durante dos horas, pero para nada dolorosa", señala Andrea D.S.G.
El tamaño del bastoncillo puede producir bastante reticencia, pero "es más el miedo que te pueda dar la longitud del palo que otra cosa. No duele aunque es incómodo pero solo dura unos segundos", añade Marcos G.P.
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