La crisis del coronavirus lo ha puesto todo patas arriba. Nos está poniendo a prueba: a nosotros y a todo el tejido económico. También a los supermercados. No sólo a sus tiendas físicas (ya hemos visto las colas, las compras compulsivas, los excesos, pero también a quienes han sabido comprar con responsabilidad) sino también al servicio online.
Y no va a ser fácil. Las ventas online sólo suponen entre el 1 y el 2% de los ingresos de los supermercados españoles, que se han mostrado reacios a elevar su apuesta por este canal ante la dificultad de hacerlo rentable. Al menos, de momento.
Cuenta EFE que uno de los motivos que explican por qué en España Internet no ha ganado más peso en la compra de alimentación, al contrario que en otros países, es la composición de la cesta, con un peso de los frescos muy superior. Según los informes que analizan sus hábitos de consumo, al consumidor nacional le gusta ver in situ los productos frescos antes de comprarlos, beneficiado además por el alto número de tiendas físicas.
Por algo, Mercadona -que ha recortado su horario- ha comunicado que suprime su servicio a domicilio desde este lunes. Hasta nuevo aviso, no será posible hacer compras online. La decisión se debe a la dificultad para gestionar tanta carga de trabajo. Otras compañías no lo han suspendido pero dan servicio a varios días vista.
"El sector no está preparado ni para duplicar siquiera su cuota actual"
Muchos de los servicios online de los principales supermercados están colapsados. Enric Ezquerra, presidente del grupo Sánchez Romero -que opera solo en Madrid-, reconoce que actualmente el sector “no está preparado ni para duplicar siquiera su cuota actual -de ventas a través de Internet- porque el modelo utilizado no es escalable ni flexible en el corto plazo”.
Efectivamente, las empresas del sector cuentan con una capacidad de reparto “limitada” para atender un aumento de pedidos tan repentino como el generado por esta crisis sanitaria. Lo dice el especialista de la consultora Nielsen Ignacio Biedma, que cree que esta situación de emergencia supone “una piedra de toque” para el sector del supermercado por Internet.
"Puede provocar que la gente lo pruebe en masa” y si le gusta el servicio confíe en él más a menudo, opina. “Hemos visto un repunte tremendo de los pedidos online a los supermercados por la crisis del coronavirus, en la última semana de febrero ya crecían un 60%”, recuerda.
Cambios en los hábitos de compra y consumo
Los hogares han tenido que modificar su comportamiento a raíz de la alerta sanitaria. Según el estudio de los hábitos de compra y consumo de la consultora Kantar, en la semana del 24 de febrero al 1 de marzo se produjo un incremento del 113% de gasto en gran consumo respecto al promedio semanal de los dos meses anteriores. Además, se detecta un repunte del 154% del consumo tras el anuncio de medidas extraordinarias el pasado 10 de marzo. Y el 11 de marzo, se disparó hasta el 180%.
El incremento del consumo se aprecia en todos los canales de distribución, destacando los canales de droguería/perfumería, con un aumento del 245%, el online, que ha registrado una subida del 138% y el híper/súper, que ha repuntado un 114%.
Éste último ha llegado a elevarse hasta el 160% en promedio el pasado martes día 10, mientras que en las tiendas de proximidad ha llegado a registrarse un 190% más de gasto. Las tiendas de alimentación y el canal especialista, por su parte, han obtenido incrementos del 111%.
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