El Centro Criptológico Nacional (CCN-CERT) publica un informe en el que alerta de que en 2018 se produjeron en España un total de 38.192 brechas en ciberseguridad, es decir, los ciberataques se incrementaron el año pasado un 43,65% con respecto a 2017. Y 2019 lleva camino de mantener ese crecimiento, dada la incidencia que está habiendo últimamente sobre ataques a empresas.
A pesar de la escandalosa cifra, según datos de Google, el 99,8% del tejido empresarial español no se considera “un objetivo atractivo para un ciberataque” y por tanto casi tres millones de empresas españolas están “poco o nada protegidas contra hackers”.
Lamentablemente queda mucho por hacer en cuanto a seguridad, sobre todo en el sector pyme, en el que -con un coste medio de 35.000 euros por ataque- las empresas se ven obligadas a desaparecer en un 60% de los casos a nivel europeo.
El famoso 'malware', ¿qué es?
Se utiliza popularmente el término malware para englobar todo tipo de amenazas informáticas, entre ellos: virus informáticos; ransomware, que restringe el acceso a determinadas partes o archivos del sistema operativo infectado para pedir un rescate por ellos; troyanos bancarios, que suplantan la identidad para hacer transferencias desde cuentas en banca online; o backdoors, que pueden acceder a los datos del usuario y grabarle por la cámara.
Hay decenas de malware diferentes y la amenaza no tiene por qué ser siempre un ataque externo, de hecho, alrededor de un 60% de los incidentes relacionados con la fuga de información en las empresas tienen origen en los propios empleados. Es el llamado 'riesgo insider'.
En esta línea, el CCN-CERT señala además que en 2018 más del 60% del tráfico mundial de correo electrónico contenía carga dañina y estuvo involucrado en más del 90% de los ciberataques.
El rey ahora es el 'ransomware'
En los últimos meses numerosas empresas españolas han sufrido o están sufriendo ciberataques con rescate, normalmente mediante ransomware, un programa malicioso que puede entrar en un ordenador bien a través de algún programa o bien a través de una memoria USB infectada, por ejemplo. Es capaz de replicarse y conectarse con otros ordenadores de la red hasta que están infectados.
En 2018 hubo a nivel internacional un 350% más de ciberataques de ransomware que en el año anterior, traducido en pérdidas: el 0,8% del PIB mundial (unos 74,15 billones de euros).
Un caso muy sonado fue el ransomware ‘WannaCry’, que infectó a 300.000 ordenadores de 150 países (en España una de las principales víctimas fue Telefónica), afectando a más de tres cuartas partes del planeta, y causó pérdidas de 3.500 millones de euros.
Por eso la ciberseguridad es una disciplina que traspasa fronteras y requiere de una legislación transnacional.
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