Versace reinterpeta el lujo en sus diseños

Anna Wintour de Vogue América, de verde, no se perdió el acto.
EQUIPO SINGULAR

Donatella Versace volvió a triunfar con su desfile para la temporada primavera-verano 2009, que tuvo lugar en el teatro Versace de Milán. En esta ocación se ha ha reinventado el concepto del lujo, proponiendo una colección basada en la máxima: “actitud formal, mente informal” y, como símbolo del nuevo hombre contemporáneo, la diseñadora dedicó la colección a Barak Obama, el candidato demócrata a las próximas presidenciales americanas.

La colección toma como punto de partida cambiarle la cara a la formalidad. Las chaquetas, impecables, toman nuevas formas. Algunas pierden parte de la solapa para dejar ver las ligeras camisas de noche. Otras tienen doble cuello o un sorprendente corte trasero que nace de un profundo estudio del minimalismo decorativo desde la sastrería. El mismo tipo de deconstrucción se encuentra en las bermudas y en la rica propuesta de nuevos pantalones, que pueden ser estrechos o anchos pero siempre acompañando la anatomía gracias a la ligereza de los tejidos.

Las corbatas son sustituidas por fulares de seda, y las camisas se llenan de nuevos detalles. La colección se caracteriza por la ligereza de sus tejidos y por los colores rosa, naranja, menta, azul o lila.

Donatella contó con el apoyo de sus amigos, destacó la presencia de Janet Jackson y su marido, el productor Jermaine Dupri, el diseñador Tom Ford, los actores Rupert Everett y Gerard Butler, Anna Wintour de Vogue América o Allegra Versace. Y encima de la pasarela también hubo caras famosas, como la de Gabriel Aubry, top model y novio de la actriz Halle Berry, que desfiló en exclusiva para Versace.