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La ciudad polaca de Gdansk, Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2019

La ciudad polaca de Gdansk, "Símbolo histórico y actual de la lucha por las libertades cívicas frente a la intolerancia y la opresión", ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2019. El jurado ha leído el fallo este jueves a las 12:00 horas, en el Hotel de la Reconquista de Oviedo.

Éste es el último de los ocho galardones internacionales que convoca este año la Fundación Princesa de Asturias, y que cumplen con esta su XXXIX edición. A este premio optan un total de 34 candidaturas procedentes de 21 países.

Los Premios Princesa de Asturias están destinados a galardonar "la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupo de personas o de instituciones en el ámbito internacional". Conforme a estos principios, el Premio Princesa de Asturias de la Concordia se concederá a "la labor de defensa y generalización de los derechos humanos, del fomento y protección de la paz, de la libertad, de la solidaridad, del patrimonio mundial y, en general, del progreso de la humanidad".

El Premio está dotado con una escultura de Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, un diploma, una insignia y la cantidad en metálico de 50.000 euros.

La ciudad de Gdansk sufrió la que está considerada como la primera batalla de la II Guerra Mundial, cuando las tropas nazis invadieron Polonia el 1 de septiembre de 1939. En aquel momento, un 90% de la ciudad quedó destruído. Tras la victoria de los aliados, la ciudad fue de nuevo integrada en Polonia y sus habitantes alemanes fueron expulsados.

Décadas más tarde, Polonia era un país satélite de la URSS; sin embargo, fue en Gdansk donde los primeros focos de oposición al sistema comunista comenzaron a aparecer, entre ellos el sindicato independiente Solidaridad, clave en la caída del régimen en 1939 y del que provenía el Nobel de la Paz Lech Walesa.

Desde el restablecimiento de la democracia, Gdansk se ha caracterizado por su apertura, dinamismo económico y su carácter tolerante, con fuertes movimientos por la integración de los inmigrantes y del colectivo LGBTI.

De su cerca de medio millón de habitantes, alrededor de 20.000 son refugiados procedentes de la antigua URSS, como Chechenia o Ucrania, así como de zonas en conflicto como Siria o Ruanda.

En 2016, precisamente, el Ayuntamiento de la ciudad publicaba un documento titulado "Modelo de integración de los inmigrantes" en el que desarrolla un sistema de gestión en las instituciones públicas y organizaciones sociales de la ciudad para facilitar la integración de refugiados e inmigrantes en áreas como la educación, la cultura, la asistencia social, el alojamiento, el empleo o la salud.

Dos años más tarde, con un espíritu similar, la ciudad aprobaba el "modelo para la igualdad de trato" para mejorar las condiciones de los grupos sociales más frágiles.

El impulso de todas estas políticas sociales se atribuye al alcalde Pawel Adamowicz, que ejerció el cargo durante las últimas dos décadas. Adamowicz falleció en enero de este año tras ser apuñalado durante un acto público.

Su sucesora, la actual alcaldesa Aleksandra Dulkiewicz sustituyó en funciones a Adamowicz hasta su elección el pasado mes de marzo, cuando ganó los comicios con un 82% de los votos.

El premio de la Concordia recayó el año pasado en la oceanógrafa estadounidense Sylvia Earle y en ediciones anteriores ha distinguido, entre otros, a la Unión Europea, los héroes de Fukushima, Manos Unidas, Unicef, la ciudad de Berlín, Adolfo Suárez, Hussein de Jordania o Stephen Hawking.

Este galardón es el último de los ocho premios que anualmente convoca la Fundación Princesa de Asturias y cuya entrega tendrá lugar el próximo octubre de la mano del monarca Felipe VI en el Teatro Campoamor.

Este año, han resultado premiados el dramaturgo Peter Brook (Artes), el Museo del Prado (Comunicación y Humanidades), Salma Khan y la Khan Academy (Cooperación Internacional), Lindsey Vonn (Deportes), la novelista Siri Hustvedt (Letras) y las biólogas Joanne Chory y Sandra Myrma Díaz (Investigación Científica y Técnica).