Cinco claves para conducir con niebla

Una de las características típicas del invierno es la reducción de la visibilidad y la niebla es el elemento que hace que se disminuya bastante. Por ello, antes de salir de viaje es importante conocer el estado de las carreteras. Las nuevas tecnologías son el aliado perfecto para los conductores a la hora de conocer los avisos por mal tiempo.

Según la DGT, la lluvia y la niebla son los fenómenos meteorológicos que están detrás de más accidentes invernales. Casi el 7% de los accidentes se producen con situaciones neblinosas. Es uno de los principales y más peligrosos problemas que se pueden dar en la carretera.

Cuando hay niebla es fundamental ver, pero también ser vistos. Para conseguirlo es importante extremar la precaución y conocer las claves para conducir con niebla.

Cuando la niebla es densa hay que encender el alumbrado antiniebla correspondiente (no vale el de cruce). Es recomendable practicar para hacerlo con rapidez. En el caso de las antiniebla, conviene tener en cuenta que no se pueden utilizar libremente; las delanteras sí son opcionales, pero las traseras no. Se deben usar cuando la niebla es densa, en el caso contrario no porque pueden deslumbrar al resto. Además, no hay que usar las ‘largas’ ya que rebotan produciendo un efecto espejo.

Adaptar la velocidad a la distancia sobre la que se tiene control para así poder frenar a tiempo ante cualquier incidencia.

Usar como guía las marcas longitudinales del centro y laterales de la carretera puede servir de ayuda para ver el trazado que sigue la carretera.

Si no se respeta la distancia de seguridad el riesgo de colisión aumenta. Hay que dejar la separación frontal adecuada y más aún si se conduce con niebla.

En carreteras de dos sentidos lo más recomendable es no realizar adelantamientos. Además, si la niebla es muy densa lo mejor es abandonar la vía y esperar a que se despeje.