Pescado graso y marisco, un modo sabroso de alargar la vida
- Su consumo se asocia con un menor riesgo de muerte en mayores.
- Reducen un 27% el riesgo de muerte y un 35% el de enfermedad del corazón.
- Los adultos con niveles más altos en sangre de ácidos grasos viven 2,2 años más que aquellos con niveles más bajos.
Comer pescado es sano; siempre. Pero determinados pescados y en determinados momentos de la vida pueden resultar aún más beneficiosos. Es el caso de los pescados grasos y los mariscos, que por su concentración en ácidos grasos omega-3 son un modo sabroso de alargar la vida.
La ciencia ya ha visto que el pescado, que es rico en proteínas y ácidos grasos saludables para el corazón, reduce el riesgo de morir de enfermedades del corazón, pero el efecto sobre otras causas de muerte o la mortalidad total estaba poco clara.
Según un nuevo estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard y la Universidad de Washington (EE UU), los adultos mayores que poseen mayores niveles en sangre de ácidos grasos omega-3 pueden ver reducido hasta un 27% el riesgo general de mortalidad y un 35% las posibilidades de morir por enfermedades del corazón.
Los investigadores encontraron que los adultos mayores que tenían los niveles más altos en sangre de ácidos grasos vivían, en promedio, 2,2 años más que aquellos con niveles más bajos.
"Nuestros resultados apoyan la importancia de tener adecuados niveles de omega-3 en sangre para la salud cardiovascular y sugieren que en el futuro estos beneficios realmente podrían extender los años de vida útil restante", asegura Dariush Mozaffarian, uno de los autores.
Los investigadores de este estudio, publicado en Annals of Internal Medicine, examinaron 16 años de datos de cerca de 2.700 adultos estadounidenses de 65 años o más que participaron en el Estudio de Salud Cardiovascular, un análisis a largo plazo con el apoyo del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.
Estudiaron la proporción total en sangre de ácidos grasos omega-3, incluyendo tres más específicos, en muestras de sangre de los participantes al inicio del estudio. Después de ajustar por variables demográficas, estilo de vida cardiovascular y factores dietéticos, encontraron que los tres ácidos grasos se asociaron con un riesgo significativamente menor de mortalidad.
Un tipo en particular, el ácido docosahexaenoico o DHA fue más fuertemente asociado con un menor riesgo de muerte por enfermedad cardiaca coronaria –un 40% menos– y fallecimiento por enfermedades del corazón debido a arritmias –un 45% menos de riesgo–. El ácido eicosapentaenoico el docosapentaenoico estuvieron más asociados con un menor riesgo de muerte por derrame cerebral.
En general, los participantes con los niveles más altos de los tres tipos de ácidos grasos tenían un riesgo un 27% menor de mortalidad total por todas las causas.