"El sexo a secas no existe" y otras verdades sobre el mítico 'sexo por despecho'

Descubre por qué las expertas creen que el "revenge sex" no tiene sentido. Aunque creas que estás haciendo terapia y que olvidarás a tu ex con un nuevo y repentino encuentro amoroso... las cosas no son tan fáciles
Una pareja en el dormitorio.
Una pareja en el dormitorio.
Israel Merino | Freepik
Una pareja en el dormitorio.

"El clavo que saca a otro clavo vive en un hueco ajeno", dice Ana Milán en su podcast "La vida y tal".  Al final no va a ser tan fácil desquitarse de un desengaño... ¿o sí?

Ante un desengaño amoroso, ¿quién no ha decidido poner en marcha esta operación de ferretería amorosa condenada, en demasiadas ocasiones, al más estrepitoso fracaso?, ¿quién no se ha topado con su amante (o interés romántico, o cita recurrente o cómo demonios ahora se llame a esas casi-parejas-que-no-lo-son-en-realidad y que las maldiiiiitttaaaaaaas situationships han popularizado) en plena cita y ha decidido que la mejor forma de pasar por esa bofetada a la autoestima, lejos de ser encender Netflix e intentar poner la mente en blanco, es acostarse con otra persona? 

El problema de intentar encontrar soluciones veloces y superficiales a heridas profundas es que tendemos a pensar que el sexo por despecho nos ayudará a resolver esos sentimientos de tristeza, soledad, baja autoestima e incluso de enfado, algo que no es ni mucho menos siempre así. "Al hacerlo, involucramos a terceras personas para sentir así que tenemos el control de las relaciones, abstraernos de los pensamientos y emociones y sentirnos deseadas de nuevo para recuperar la autoestima o provocar celos en la ex pareja, bien sea para hacerle daño o para que regrese. Y si digo terceras personas, lo hago porque las implicadas sois más de dos: tú, la persona con quien te acuestas y tu ex, que, de algún modo u otro, siempre está presente", explica Esperanza Gil, sexóloga clínica y encargada de amantis Russafa. 

Lejos de hacernos olvidar al otro, el sexo por despecho es una estrategia de evitación que puede crear un efecto rebote

Rocío Moñino, psicóloga y sexóloga de VivelaVita, cree que estas fórmulas pueden ayudar… a corto plazo, claro. "En el momento en que se tiene un encuentro erótico con otra persona que nos gusta o nos atrae, nos distraemos, nos divertimos, estamos en el aquí y ahora (o eso se supone), se disipan las preocupaciones y los miedos y se tapan nuestras necesidades", asegura.

Sexo de rebote
Sexo de rebote
Netflix

El sexo por venganza, mayoritario

Mientras tanto, advierte que como el sexo por despecho suele ser una reacción explosiva, no nos damos el tiempo necesario para reflexionar acerca de las consecuencias para todas las partes implicadas. "Lejos de hacernos olvidar a la otra persona, es una estrategia de evitación que puede crear un efecto rebote y amplificar los sentimientos que deseábamos silenciar. Por ello, se corre el riesgo de prolongar el proceso de duelo y dificultar el crecimiento personal, al no permitirnos darnos el tiempo y el espacio para cerrar ese vínculo de forma saludable", asegura.

"Por otra parte, si la persona con quien hemos tenido sexo descubre que fue por venganza o despecho, puede sentirse utilizada e incluso dudar de su valía personal, lo que puede llevar a una disminución de su autoestima o a dificultades para confiar en esta o futuras relaciones", añade la psicóloga.

Según Archives of Sexual Behaviour, el 66 % de las personas se acuesta con alguien "por venganza" al haberlo dejado con su pareja, siendo en el 26 % de los casos con personas que conocieron esa misma noche, mientras que un 54 % lo hizo con una ex pareja del pasado. Sin embargo, la duda que me asalta es la de si al acostarte con otra persona, no terminas por compararla de forma inevitable con quien de verdad te interesa, siendo por ello esa noche pretendidamente sanadora un recordatorio de lo mucho que te gusta a aquel a quien pretendías olvidar entre sábanas. 

El 66 % de las personas se acuesta con alguien "por venganza" al haberlo dejado con su pareja, siendo en el 26 % de los casos con personas que conocieron esa misma noche

"Esto suele o currir cuando estamos buscando a esa persona en otras. Al relacionarnos con los demás sin prestar atención a si tenemos valores, gustos o aficiones en común, y por el simple hecho de mitigar el dolor que sentimos por el desengaño, podemos caer en experiencias no tan agradables para nosotros y que nos hagan comparar y recordar a la otra persona", indica Raquel Moñiño, que aclara que por más que nos empeñemos en creer lo contrario, el sexo a secas no existe.

Un clavo saca a otro clavo... el caso de personas, no sirve

"Cuando tenemos un encuentro erótico con otra persona, en ese momento estamos abriendo nuestra confianza, vulnerabilidad e intimidad. Hay emociones y sentimientos, aunque sea con alguien que acabas de conocer. Sólo el hecho de desnudarte delante de otra persona ya es un acto de intimidad y vulnerabilidad, aunque la acabes de conocer en una discoteca y el alcohol esté inhibiendo nuestras sensaciones. Todo eso está ocurriendo y estamos eligiendo que suceda por atracción a la otra persona", aclara.

Esperanza Gil comenta que hay personas que gastan toneladas de energía en asegurarse de que su ex pareja conozca los hechos a través de encuentros fortuitos, amigos en común o mediante las redes sociales. "En su lugar, podrían invertir esos recursos en sí mismas, permitiéndose transitar el duelo, atender a sus propias necesidades, disfrutar de actividades que les permitan crecer y conocerse a sí mismas, así como rodearse de personas con las que pueda establecer relaciones significativas", explica.

Raquel Moñiño no quiere dejar de recordar que aunque quien actúa de esta forma se encuentre en la fase de la ira del duelo, por lo que no sabe cómo afrontar esas emociones que predominan en ese momento, sus acciones no son justificables. No quiere obviar cómo la cultura pop tiene también mucho que ver en este tipo de comportamientos.

"También hay una parte de aprendizaje, ya que desde muy pequeños hemos visto telenovelas, series y películas que hacen que este comportamiento sea algo normal cuando nos han causado daño en una relación de pareja", explica.

Si te acabas de separar o si tu interés amoroso te la ha jugado y crees que acostarte con otra persona puede hacerle sentir mal, recuerda que hacer de la cama un laboratorio del olvido y de la venganza no es mas que una forma evitativa de afrontar la ruptura que puede devenir en la insatisfacción y el vacío. Los clavos quitan clavos cuando hablamos de objetos inertes, pero cuando se trata de personas, lo mejor es ser conscientes de que emplear a alguien para que refuerce nuestra autoestima o incluso nos ayude a dar celos a nuestra ex pareja no nos va a ayudar a conseguir, ni mucho menos, el premio a la mejor persona del mundo.

Si quieres hacer del sexo una ventana escapista, ¿por qué no abres el cajón de la mesa de noche y le das una nueva oportunidad a los juguetes sexuales? Me comentan que al Satisfyer no se le puede romper el corazón…

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