Seis de cada diez mujeres sufren algún tipo de trastorno relacionado con el debilitamiento del suelo pélvico en España. Y a pesar de este alto número de afectadas solo en nuestro país, el conocimiento y conciencia sobre la importancia de prevenir y tratarlo es escaso. Para sumergirnos en el tema, resolver las dudas más repetidas y arrojar luz sobre padecimiento tan común entre mujeres, hablamos con la doctora Marta Sánchez-Dehesa, jefa del equipo de Ginecología y Obstetricia del HM IMI Toledo.
Suelo pélvico: qué es y cómo su estado afecta nuestra salud
Antes de comenzar a hablar sobre problemas de salud referentes al suelo pélvico, es necesario saber qué es y dónde lo ubicamos dentro de nuestro cuerpo. La doctora Sánchez-Dehesa explica que "el suelo pélvico es un grupo de ligamentos y músculos que se encuentran en la parte inferior de la cavidad abdominal. Estos músculos y ligamentos sujetan la vejiga al útero, la vagina y al recto", asegura la doctora.
Este grupo de músculos y ligamentos es una estructura dinámica que se adapta a nuestros movimientos, "se encuentran en íntima relación con la musculatura del suelo pélvico, el cual tiene participación en las funciones de cada uno de estos. Determinando no solo un soporte mecánico sino además participando en la continencia urinaria y fecal", explica.
La importancia de un suelo pélvico fuerte es mayor de la que podríamos esperar, pues "que el suelo pélvico no funcione hace que perdamos calidad de vida. Podemos tener problemas de pérdidas de orina por ejemplo al toser, problemas de incontinencia de las heces o prolapsos" adelanta la doctora Sánchez-Dehesa.
Síntomas de un suelo pélvico debilitado y qué lo provoca
Autoridades de la salud señalan que los síntomas más comunes de un suelo pélvico debilitado son: la incontinencia y pérdidas de orina por ejemplo al toser, estornudar o reírse, prolapsos, cambio en la función sexual o dolor pélvico.
Estos síntomas en una mujer pueden ser provocados por la práctica de deportes de alto impacto, tabaquismo, tratamientos agresivos o cirugía ginecológica, estreñimiento crónico, obesidad y partos naturales.
Problemas de salud que se previenen al entrenar el suelo pélvico
Prolapso. El prolapso vaginal o prolapso de órganos de la pelvis (abreviado POP), se produce cuando los músculos que sostienen los órganos de la pelvis se debilitan y empiezan a abultarse dentro o fuera de la vagina. Los órganos que pueden tener prolapso son: Vejiga, Útero, Uretra y Recto (extremo del intestino)
Dolor lumbar. El suelo pélvico no solo asegura la sujeción a los órganos pélvicos, también cumple un papel clave a la hora de estabilizar la columna lumbar y la pelvis. De modo que si este se encuentra débil, afectará a nivel postural y derivará en dolencias varias.
Disfunciones sexuales. Durante la práctica sexual y el orgasmo se producen contracciones intermitentes de los músculos pubococcígeo e iliococcígeo, si los músculos que conforman el suelo pélvico no presenten un tono adecuado podemos sufrir dolores durante las relaciones e incluso no sentir orgasmos.
Incontinencia. Según expertos en salud, la incontinencia urinaria se presenta hasta en el 25 % de la población, especialmente en las mujeres mayores de 65 años, pero no son las únicas que lo padecen. Aquellas mujeres con el suelo pélvico debilitado presentan problemas a la hora de retener la orina con actividades que impliquen esfuerzo o acciones involuntarias como toser, estornudar e incluso reír.
Cómo fortalecer el suelo pélvico
La doctora Sánchez-Dehesa recomienda tratar los problemas de suelo pélvico de la mano de un profesional especializado en la fisioterapia de esta zona con el fin de rehabilitarla a través de ejercicios que recuperen el tono muscular. "Lo ideal es la recuperación del suelo pélvico guiado por un especialista, fisioterapeuta o ginecólogo, en casa puedes realizar ejercicios de Kegel, abdominales e hipopresivos o la utilización de bolas que ayudan a mejorarlo. La pérdida de peso también puede mejorar los problemas de suelo pélvico" puntualiza.
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