¿Es malo comer picante en la lactancia? Un experto responde

Existen muchos alimentos que no se recomiendan comer mientras se da el pecho, desde comidas como el sushi, hasta bebidas como el café. Ingerir la especia picosa también es otra de las dudas entre las madres hoy en día. Esto es lo que dice un especialista sobre si puede llegar a la leche materna o no. 
El pimentón picante, el chile o la paprika son algunos de los ingredientes picantes por excelencia
Ingerir picante durante la lactancia no perjudica al bebé
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El pimentón picante, el chile o la paprika son algunos de los ingredientes picantes por excelencia

En España, el 46,9% de las madres dan el pecho tras el parto, momento en el que empiezan a surgir múltiples dudas sobre la dieta que deben seguir. Lo cierto es que durante el embarazo las mujeres tienen algunas restricciones alimentarias con el objetivo de proteger la salud del bebé, y en muchas ocasiones pueden preguntarse si deben continuar con ellas o no una vez haya nacido, por ejemplo, con las comidas de sabores fuertes o intensos, ¿realmente esto puede llegar a la leche materna? 

El Dr. Pedro de León Molinari, director médico de Asistencia Integral de Pediatría, en Sevilla y miembro del Grupo Top Doctors explica a 20minutos lo que puede ocurrir o no, tanto al bebé como a la madre cuando ingiere picante durante la lactancia: "hay muchos mitos, parece como si cualquier alimento que tomara la madre podría llegar a través del pecho a la leche materna y eso molestara al bebé", apunta. 

¿Es seguro comer picante durante la lactancia?

Tal y como cuenta el especialista, no hay ningún alimento que pueda pasar tan directamente a la leche materna. No obstante, esto no significa que abusar de algunas comidas no provoque ningún cambio en la leche: "es verdad que si tomas mucha cantidad de ciertos alimentos pueden darle un sabor diferente a la leche materna pero en ningún momento es perjudicial, la madre puede tomar picante, y no es causa de cólico", añade. 

Con esto, el doctor quiere decir que ingerir picante no es bueno ni es malo, puede formar parte de la dieta de la mujer que lacta y no tiene por qué molestar nada al bebé, "no tienen ninguna contraindicación ni tampoco tiene por qué tener un beneficio".

Un estudio publicado en International Lactation Consultant Association demostró que los sabores fuertes, como el ajo, la menta y la vainilla, pueden afectar al sabor de la leche materna.

Aunque esto pueda parecer motivo de preocupación, otro estudio de 1993 descubrió que los lactantes que no habían estado expuestos previamente al ajo en la leche materna se alimentaban durante más tiempo cuando a la madre se le daba una cápsula de ajo.

¿Qué beneficios tiene comer picante si estoy dando el pecho?

Bebé comiendo
Bebé comiendo
Getty Images/iStockphoto

El doctor Pedro de León explica que "parece que incluso se ha visto que las madres que hacen una dieta con alimentos un poco más fuertes que puedan cambiar esa pequeña cantidad de sabor a los alimentos hace que el bebé tenga más facilidad para percibir nuevos alimentos y por lo tanto comer mejor". 

Así lo han revelado las investigaciones, afirmando que los bebés que están expuestos a una variedad de sabores a través de los fluidos amnióticos durante el embarazo y de la leche materna, una vez que nacen pueden estar más abiertos a incorporar una variedad de sabores a su propia dieta una vez que empiezan a comer sólidos.

Por otra parte, ingerir picante se ha relacionado con una mayor esperanza de vida. Lu Qi, profesor adjunto de nutrición en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, halló una relación entre el consumo frecuente de alimentos picantes y vivir más tiempo. 

Los investigadores examinaron los efectos sobre la salud del consumo de chiles y otros productos derivados entre casi 500.000 adultos chinos. Tras controlar los factores relacionados con el estilo de vida, como la edad, el sexo, la educación, el estado civil y la dieta, descubrieron que quienes consumían picante casi todos los días tenían un riesgo de muerte prematura un 14% menor que quienes lo hacían menos de una vez por semana.

En definitiva, si estás pensando en cambiar la dieta durante la lactancia los estudios recomiendan acudir a un especialista antes de hacerlo. Uno de ellos publicado en 2019 descubrió que muchas madres lactantes restringen innecesariamente sus dietas debido a la desinformación sobre los riesgos o beneficios para sus bebés. Los investigadores concluyeron con que esto puede disminuir la duración de la lactancia y causar un estrés excesivo.

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