¿Cómo afecta llevar un piercing en el pezón a la lactancia?

Tener un piercing en el pezón durante la lactancia puede afectar de múltiples maneras. Por lo tanto, conviene conocer los riesgos y algunas situaciones que se pueden dar mientras se amamanta al bebé.
Cuando hay un piercing en el pezón, hay que tener ciertas precauciones durante la lactancia.
Cuando hay un piercing en el pezón, hay que tener ciertas precauciones durante la lactancia.
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Cuando hay un piercing en el pezón, hay que tener ciertas precauciones durante la lactancia.

Según los últimos datos, la tasa de mujeres que dan el pecho a sus hijos en España es de un 39%, un porcentaje que aún se considera bajo. Aunque hay muchos factores que influyen en esto, existe una circunstancia que genera muchas dudas. Se trata de cómo afecta llevar un piercing en el pezón a la lactancia. ¿Es peligroso? ¿Qué consecuencias puede tener?

Los beneficios de la lactancia materna en la microbiota de los lactantes ha sido ampliamente estudiada. Sin embargo, cuando hay un piercing en el pezón, algunas mujeres pueden decidir no dar el pecho a sus hijos por miedo a que esto no sea seguro. Y es que hay determinadas circunstancias que pueden darse y afectar a la lactancia.

Producción de leche

Algunas revisiones describen que llevar un piercing en el pezón podría disminuir la producción de leche, algo que podría derivar en una falta de saciedad por parte del bebé y en tener que recurrir a biberones con leche artificial para que esté bien alimentado y todas sus necesidades nutricionales cubiertas. A esto se le conoce como hipogalactia y puede aparecer debido a la obstrucción de los conductos mamarios que puede haber producido un piercing en el pezón.

Infección

Un piercing en el pezón también puede desencadenar infecciones locales en la zona, algo que ocurre, según un estudio, hasta en un 20% de los casos, aunque se estima que este porcentaje puede ser mayor.  Esta situación puede dar lugar a abscesos que pueden hacer que la lactancia sea dolorosa. Además, hay que tener precaución cuando la zona se ve afectada por alguna bacteria, ya que esta podría transmitírsele al bebé en cada una de las tomas. 

Cicatrices

Otra de las consecuencias sobre cómo afecta llevar un piercing en el pezón a la lactancia es la formación de tejido cicatricial. Una situación que puede comprimir los conductos mamarios, de los que hablábamos anteriormente, dificultando la salida de la leche a pesar de que la producción sea normal. Esto también podría generar situaciones más frecuentes de mastitis, debido a la retención de leche, una de las causas más frecuentes del abandono de la lactancia según un estudio.

Daños

Finalmente, existe un claro riesgo de que los bebés puedan tragar el piercing en el pezón si este se suelta mientras amamantan, algo que puede ocurrir fácilmente. No obstante, también en las investigaciones realizadas se refieren posibles lesiones en encías, lengua o paladar, así como dificultades para conseguir un buen agarre del pezón, lo que puede dificultar el adecuado suministro de nutrientes al bebé.

Al llevar un piercing en el pezón durante la lactancia deben tenerse en cuenta las consecuencias que esto puede tener, así como los riesgos que hay —como el atragantamiento, aumento de posibilidades de mastitis, disminución de la producción de leche, etc. Ante esta situación, lo mejor es retirar el piercing durante la lactancia o, al menos, cada vez que se dé de mamar para prevenir cualquier complicación

Además, debido a que el tiempo de cicatrización suele estar entre 2-3 meses, hay que evitar ponerse un piercing antes y durante el periodo de lactancia. Aunque, hay que tener presente que este tiempo puede ser mayor si se producen problemas durante la cicatrización. 

REFERENCIAS

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Cachafeiro, S. P., de la Fuente, A. A., Pérez, M. D., & Vacas, N. M. (2003). Perforaciones inconscientes. Breve descripción del fenómeno de piercing y sus posibles complicaciones. Atencion Primaria, 32(9), 535.

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Garbin, C. P., Deacon, J. P., Rowan, M. K., Hartmann, P. E., & Geddes, D. T. (2009). Association of nipple piercing with abnormal milk production and breastfeeding. JAMA, Journal of the American Medical Association, 301(24), 2550-2551.

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