He estado cuatro días en un retiro para 'dejar de pensar' y así ha cambiado mi vida

La ansiedad es uno de los principales problemas de salud mental en España que afecta a personas de todas las edades. El ritmo de vida acelerado y no saber cómo lidiar con los miles de pensamientos que cruzan nuestra mente convierten este problema en el protagonista de nuestras vidas. Por eso, nos hemos escapado hasta Coo, en Cantabria, para acudir a uno de los retiros de Vivir Despierto.
Mi experiencia en un retiro para 'dejar de pensar'
Mi experiencia en un retiro para 'dejar de pensar'
D.R
Mi experiencia en un retiro para 'dejar de pensar'

Hace unos meses descubrí Vivir Despierto, un proyecto de diferentes retiros en Coo, un pequeño pueblo de Cantabria en el valle de Buelna, donde desde hace 25 años muchas personas encuentran la llave para dejar de fumar, beber y otras adicciones, o incluso pensar demasiado. Según el Ministerio de sanidad, el problema de salud mental más registrado en las historias clínicas de atención primaria en España es el trastorno de ansiedad, que afecta al 6,7 % de la población.

Desgraciadamente, yo me encuentro en ese porcentaje, aunque con ayuda de profesionales he ido controlando esa pequeña voz interior que me mantenía despierta por las noches, pese a que no terminaba de irse del todo. Por lo que, cuando se me presentó la oportunidad de viajar al campo para alejarme de todo y por fin 'dejar de pensar' no tuve que meditarlo demasiado. 

Llegué a Cantabria por la noche y en tren sin saber muy bien lo que me iba a encontrar. En la estación me recogió Rhea Sivi, cofundadora de Vivir Despierto y una de las mejores anfitrionas (y cocineras) que he tenido el placer de conocer. Durante el trayecto de 15 minutos en coche hasta la casa que iba a convertirse en mi hogar durante 4 días, me estuvo contando por encima en qué consistía este retiro, que mezclaba el 'mindfulness' con la psicología cognitivo-conductual, de la cual yo estaba familiarizada.

¿Qué se hace en un retiro para dejar de pensar?

Por la mañana temprano, después del desayuno, empezamos con las primeras sesiones. Cada una abordaba un tema relacionado con la ansiedad, algunas tan típicas como puede ser el control y otras que definitivamente yo no me esperaba, como la humildad y el saber perdonar. Todas ellas acompañadas de meditaciones que no solo ayudaban a meternos en el 'mood', sino también a estar más presentes y escuchar nuestras emociones.

La casa familiar donde se realizan los retiros de Vivir Despierto
La casa familiar donde se realizan los retiros de Vivir Despierto
D.R

Debo decir que al principio estaba un poco escéptica. Todo lo que conocía sobre el 'mindfulness' venía de supuestos gurús que, más que un estilo de vida, parecían una secta 'new age'. Sin embargo, eso no es lo que encontré en Geoffrey Molloy, co-fundador y mi maestro durante estos días, sino una bondad natural para que todos los que estábamos allí pudiéramos vivir una vida más plena y en paz con nosotros mismos. Lejos de vender algún tipo de religión, nos dio las claves para llevar una filosofía centrada tanto en nuestro bienestar y felicidad como en la de la gente que nos rodea. 

Conmigo se encontraban seis personas más, cada una de ellas de diferentes partes de España y con diferentes problemas a los que querían buscar solución, entre ellas, dos hermanas que también querían dejar de fumar y combinaron el retiro con el curso intensivo dedicado a ello.

Unos de los lugares más especiales: la mesa de la comida
Unos de los lugares más especiales: la mesa de la comida
D.R

En una de estas sesiones con Geoffrey se me quedaron grabadas a fuego una de sus palabras: "El sufrimiento está causado por pensar demasiado" y no puedo hacer más que darle la razón. Sin embargo, ¿quién puede controlar sus pensamientos? Todo esto me recordaba a esos acertijos en los que puedes pensar en lo que quieras, menos en un elefante, ¿y en qué acabas al final pensado? En el elefante. 

El salón donde realizábamos todas las sesiones. Por supuesto, no puede faltar esa fantástica chimenea
El salón donde realizábamos todas las sesiones. Por supuesto, no puede faltar esa fantástica chimenea
D.R

Aquí aprendí que no puedes controlar tus pensamientos, pero sí tu atención, y es donde entra el 'mindfulness', las meditaciones y el estar presentes. Dejar de poner el piloto automático y comenzar a vivir la vida de una forma plena.

Una vez terminado el retiro… ¿Qué?

Esta experiencia, junto con otras muchas que viví durante el retiro, me hicieron volver con una mentalidad y actitud diferente que todo el mundo a mi alrededor notó enseguida. Aunque sí es cierto que debido a mi trabajo y estilo de vida no puedo estar 'zen' el 100 % del tiempo, sí que veo y me tomo las cosas de una forma muy diferente a lo que hacía antes.

Después del retiro, durante 8 semanas se hace una formación a distancia en la que repasamos los conceptos que aprendimos durante esos 4 días para que no caigan en el olvido y podamos crear ese hábito. Además de emails con ejercicios y talleres online con Geoffrey, también tenemos clases de meditación y movimiento, porque tampoco hay que descuidar la salud física.

He podido seguir en contacto con todos mis compañeros y, al parecer, a ellos les ha venido todo igual de bien, tomándose las cosas con más calma y adaptando todo lo que aprendimos a sus ritmos de vida, pasito a pasito. En el caso de las fumadoras, cuentan que aunque las primeras 48 horas fueron las más pesadas, después lo consiguieron sin echarlo de menos ni necesitarlo y no han tocado ni un solo cigarrillo desde entonces. Si quieres información la tienes toda aquí.

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