Hace unos días la Universidad de Cambridge dio a conocer que había encontrado un pene de madera del siglo II de 16 cm de longitud que, después de investigar la pieza a través de escaneos 3D, constataron que por su uso y desgaste se había utilizado para fines sexuales. Los investigadores clasificaron este artilugio como un "consolador romano" utilizado entre los siglos I y II d.C.
Este descubrimiento puede dar a entender que las mujeres romanas ya se masturbaban utilizando juguetes eróticos y que seguramente no los escondían. En aquella sociedad, las representaciones del pene se utilizaban como un símbolo erótico, pero también de poder y de prestigio. No fue hasta que el cristianismo se implantó en Europa que las sexualidad se vio reprimida, volviéndose un tabú sobre todo para las mujeres.
Durante la edad media, las mujeres que se masturbaban eran tachadas de brujas, una representación que ha llegado hasta la actualidad. Según explica el profesor Antonio Escohotado en su libro Historia General de las Drogas, algunas mujeres untaban estramonio en palos de escoba que, o bien introducían en la vagina o frotaban contra sus genitales, produciendo orgasmos y alucinaciones. Estas prácticas llegaron a estar perseguidas por la Inquisición y se castigaban con mucha crudeza.
Que se haya encontrado este pene de madera no solo es un gran descubrimiento arqueológico, también nos abre los ojos sobre cómo ha estado invisibilizada y perseguida la expresión de la sexualidad femenina. Incluso hoy en día seguimos teniendo esa percepción, llamando 'consoladores' a aquellos artilugios destinados al placer de las mujeres, mientras que los aparatos con la misma función para los hombres adquieren el nombre de 'masturbadores'.
"Lo primero que debemos saber es que el ser humano es un animal sexual y sexuado, por lo que ha buscado el placer desde el inicio de los tiempos", nos explica Esperanza Gil, sexóloga y encargada de Amantis Russafa, en Valencia, con la que hemos hablado sobre juguetes sexuales y su evolución a lo largo de los siglos.
Según la experta, los primeros juguetes sexuales para mujeres fueron creados hace más de 2.000 años y estaban hechos en piedra, madera u otros materiales que podían encontrar en la naturaleza, tal y como nos demuestra el pene hallado en Inglaterra. "Durante todos estos años, la evolución ha sido mucha. Conforme ha ido avanzando la tecnología, el sector de la juguetería erótica también ha evolucionado sus lanzamientos, para adaptarse a las necesidades y peticiones de la población", añade la experta.
El tratamiento de la histeria y el primer vibrador
Lo que hoy conocemos como vibrador no llegaría hasta el siglo XIX, creado por el médico Joseph Mortimer Granville. Por entonces cualquier comportamiento de la mujer que se escapara de las rígidas normas de la época victoriana era calificado como 'histeria', una enfermedad que se "curaba" mediante un masaje pélvico a las pacientes. Como esta tarea era bastante tediosa, los médicos comenzaron a utilizar el invento de Granville para conseguir llevar a las mujeres al "paroxismo histerio", también conocido como orgasmo.
Con el paso de los años y la difusión de la electricidad nada más iniciar el siglo XX, este aparato arcaico se volvió más pequeño y manejable, ideal para que las mujeres lo tuvieran en casa para tratarse ellas mismas. Por lo tanto, el vibrador irrumpió en los hogares mucho antes que otros electrodomésticos 'esenciales', como la aspiradora o la plancha eléctrica, vendiéndose disfrazados de utensilios de terapia.
"En un principio los vibradores no hacían más que eso, vibrar, y se utilizaban para estimular la parte externa del clítoris o el interior de la vagina. A día de hoy, la tecnología ha evolucionado hasta llegar a innovaciones como la estimulación por ondas sónicas, que llegan has la raíz del clítoris (como Murmure), juguetes con mando (como Ballenato), con función calor (como Orüki) y, por supuesto, juguetes para penes, como Warrior. Y todos ellos hechos de materiales suaves y agradables, además de ser seguros", comenta Esperanza Gil.
El 'Satisfyer' su estimulación en el clítoris sin que haya contacto directo con él
"Tanto la tecnología como la revolución sexual que vivimos nos está trayendo productos que no imaginaríamos. Cada vez tenemos más opciones que, además son diversas en formas, colores y cualquier otra característica que podamos imaginar", finaliza la experta.
La última revolución en juguetería erótica la vivimos hace unos años, con la irrupción al mercado del Satisfyer, un succionador de clítoris que simula el sexo oral e incrementa el riego sanguíneo en la zona, consiguiendo orgasmos mucho más rápido que antes.
Cada vez es está siendo más común hablar de placer y masturbación femenina en los círculos de amigos, donde las mujeres se recomiendan unas a otras sus juguetes favoritos. Además, que los medios también hablen abiertamente sobre ellos contribuye a desestigmatizar y a extinguir el tabú que ha perdurado sobre este tema a lo largo de los siglos.
¿Quieres recibir gratis todos los jueves en tu correo los mejores contenidos de belleza, moda y estilo de vida? Apúntate a nuestra Newsletter.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios