Sentirse cómoda en las partes íntimas y conseguir una vagina sana y fuerte durante toda la vida no siempre es fácil, ya que hay una enorme cantidad de factores que pueden afectar a su salud y bienestar, y que van desde los cambios hormonales naturales hasta las rutinas de ejercicio, pasando por las prendas de ropa utilizadas o el sexo, entre otros. Se trata de una de las partes más sensibles del cuerpo de una mujer y esto implica que sea necesario saber cómo cuidarla apropiadamente.
Antes de enumerarte algunas recomendaciones para conservar tu ecosistema íntimo de la mejor manera posible, no está de más recordarte que debes visitar a tu ginecólogo de forma regular. Aunque a algunas mujeres no les resulta agradable y solo acuden a él en caso de emergencia, esto es un error, ya que lo más recomendable es visitarlo al menos una vez al año. De esta forma podrás tener la seguridad de que la vagina se encuentra sana y fuerte, libre de infecciones o anomalías que puedan afectarte en el presente o en un futuro cercano.
Cuida la higiene íntima
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta para poder disfrutar de una vagina sana y fuerte de por vida es tener siempre presente el pH vaginal, que es el que indica el grado de acidez de la mucosa de la vagina. Este valor cambia a lo largo de la vida de la mujer y es muy importante para evitar infecciones, para lo cual hay que utilizar productos de higiene íntima que lo respeten. Evita, por lo tanto, usar cualquier gel para tu higiene, especialmente aquellos que traten de limpiar profundamente, refrescar o dar un aroma en particular a tu vagina.
Por otro lado, hay muchas dudas con respecto a si se deben practicar duchas vaginales o un aseo brusco en el interior de la misma y la respuesta es clara: no se deben realizar, ya que la vagina es un órgano que es capaz de limpiarse ella misma. Además, en el caso de realizar estas prácticas se podrían provocar alteraciones en el equilibrio de la microbiota de la misma, lo que a su vez incrementa el riesgo de padecer enfermedades. De esta forma, se debe limitar a una limpieza externa de la vagina, usando siempre productos que respeten el pH de la zona.
Por último, en este aspecto hay que hacer mención a la depilación de la zona íntima, ya que, aunque es cada vez más habitual, es preferible mantener un vello corto y no rasurarlo completamente, pues es una barrera natural para proteger los genitales de las bacterias.
Otras recomendaciones para mantener una vagina sana y fuerte
Más allá de seguir unas adecuadas pautas de higiene íntima, existen otras recomendaciones que son fundamentales para conseguir una vagina sana y fuerte durante toda la vida. Para empezar, se debe practicar sexo seguro, utilizando protección para reducir el riesgo de padecer enfermedades de transmisión sexual (ETS) o embarazos no deseados. Tras mantener relaciones sexuales debe limpiarse la vagina inmediatamente para evitar infecciones y síntomas como ardor o comezón.
También es importante mantener una adecuada alimentación, apostando por una dieta balanceada y una adecuada hidratación, evitando los excesos, ya que el consumo exagerado de azúcares, al igual que el consumo de alcohol o el tabaco, pueden incrementar el riesgo de infección por hongos en el tracto urinario.
Por otro lado, que recordar que realizar ejercicio vaginal como los ejercicios de Kegel es muy beneficioso para fortalecer el suelo pélvico, lo que contribuye a mejorar la salud vaginal. De igual modo, conviene tener en cuenta la importancia de usar ropa interior cómoda, apostando por textiles suaves que permitan que la piel respire (como el algodón), lo que evitará el desarrollo de hongos.
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