El sentir que tu cara arde, como si te estuvieras acercando a una antorcha, es una de las sensaciones más molestas que existen. Si se quedara en eso, podría existir una posibilidad de aguante, pero normalmente ese calor va acompañado de picor e irritación. En España, una de cada diez personas padecen de estos síntomas, es decir, de rosácea, y solo un 1% está diagnosticada, según datos de nutritienda.com, empresa online líder en productos de salud y belleza.
Pero, ¿qué es la rosácea? Según la SEMI (Sociedad Española de Medicina Interna), es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta a los vasos sanguíneos y las unidades pilosebáceas de la parte central de la cara. Puede ser asintomática, causar molestias leves que incomodan al paciente o incluso provocar dolor franco.
Cómo se manifiesta la rosácea
Estamos ante una enfermedad inflamatoria de la piel que se manifiesta con rubor frecuente, enrojecimiento transitorio o permanente, telangiectasias, pápulas y pústulas con exacerbaciones y remisiones periódicas. Cuando la rosácea progresa, pueden desarrollarse otras alteraciones como compromiso ocular, descamación, edema, engrosamiento de la piel, especialmente notorio y característico cuando afecta a la nariz.
La rosácea es una enfermedad de la piel que se caracteriza principalmente por la presencia de un enrojecimiento de las mejillas, que puede ser continuo o intermitente. Suele acompañarse de pequeñas pústulas, de ahí que, en ocasiones, pueda confundirse con acné, y es habitual en mujeres, de entre 20 y 50 años, de piel clara.
No es una enfermedad que ponga en peligro la vida del paciente, pero produce una alteración estética de la cara que en algunos casos afecta a las relaciones sociales de las personas que la sufren.
Estos son los principales enemigos de la rosácea
- El sol: olvídate de exponerte al sol durante un periodo largo de tiempo. La exposición a la radiación UV empeora los síntomas y produce 'flushing' (rojez facial). Además, tanto el UVA como el UVB producen inflamación en la piel que favorece la degradación del colágeno (signos precoces de envejecimiento) y la producción de sustancias oxidantes. Por ello, la protección solar del área facial y del escote en las personas con rosácea es fundamental.
- Las temperaturas extremas: debes ducharte o bañarte con agua tibia, nunca con ella helada o ardiendo.
- Los alimentos picantes y los estimulantes: evita la ingesta de productos picante o bebidas como el té y el café.
- El alcohol: debes consumir una cantidad mínima.
- El tabaco: debes intentar dejar de fumar
Consejos para evitar la rosácea, según los expertos
Desde la marca de cosmética francesa la Roche-Posay explican cómo evitar que aparezcan rojeces o irritaciones en la piel del rostro. Los dermatólogos hacen especial hincapié en el uso específico de un tratamiento para evitar que el enrojecimiento empeore y se vuelva permanente, ya que solo 1 de cada 10 mujeres que padecen rubor utiliza un producto de cuidado de la piel específico. Para ello, es muy importante que tengas en cuenta los siguientes consejos.
- Una rutina sencilla, pero efectiva: dado que la piel rojiza y sensible puede reaccionar a los aditivos de los productos de cuidado no apropiados, debes incluir la cantidad mínima y adecuada para tu tipo de piel.
- Limpia suavemente la piel para proteger su barrera superficial natural: no debes utilizar agua y jabón para limpiar tu rostro, ya que eliminarás sus preciados lípidos superficiales, lo que conlleva dejarla al descubierto ante los ataques ambientales y, aún peor, ante el enrojecimiento. Opta en su lugar por productos que no precisen de aclarado, como el agua micelar.
- Calma la piel con agua termal antioxidante: después de la limpieza, y antes de la hidratación, los expertos de la Roche-Posay aconsejan fortalecer y aliviar la piel del rostro con este producto rico en selenio.
- Utiliza una crema hidratante compatible con la rosácea. Además, los expertos aconsejan que contengan ingredientes activos que contribuyen a fortalecer la piel sensible, como la vitamina B3.
- No salgas a la calle sin protección solar, ya que es una de las causas principales del enrojecimiento de la piel a corto plazo.
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