Haz que la batería de tu eléctrico dure más atendiendo a estos factores y trucos

Batería de un coche eléctrico
Batería de un coche eléctrico
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Batería de un coche eléctrico

La autonomía de los coches eléctricos es el gran problema a medio resolver de este tipo de vehículos. Para muchos conductores, suele ser el motivo para replantearse el salto a la movilidad sostenible y siempre va acompañado de la falta de puntos de recarga fuera de las ciudades y autovías principales. 

Además, comprarse un coche eléctrico no es tan sencillo como ir al concesionario, ya que implica cambiar el modo de conducir. Desde el grupo PSA advierten de que la conducción debe ser más suave y moderada que cuando se va a los pedales de un motor de combustible. Es importante atender a determinados factores y seguir unos cuantos trucos antes de subirse a un eléctrico para conseguir, según este fabricante, hasta un 35% más de autonomía en la nueva generación de eléctricos.

Ojo con el acelerador

La tentación de pisar el acelerador cuando se conduce un vehículo con cero emisiones se debe a la disponibilidad total del par motor, pero la autonomía de los coches eléctricos rinde menos a altas velocidades. Si bien es verdad que en carretera hay pocas soluciones a este consumo extra de energía, en ciudad hay que tratar de aprovechar la inercia al máximo y tratar de recorrer todos los metros posibles sin acelerar. 

¿Por qué? Porque en los coches cero emisiones las baterías aprovechan esta inercia gracias al sistema de regeneración de energía. Con él, se calcula que por cada kilómetro recorrido se consiguen 300 metros de energía adicional. 

A la inversa que el motor de combustión

Los vehículos que circulan 100% en modo eléctrico funcionan, en algunos aspectos, a la inversa que los de motor de combustión. Es el caso de los atascos y las situaciones de circulación densa: los eléctricos aumentan su radio de acción para recuperar energía de las frenadas y las velocidades lentas. 

Al contrario que los motores de combustión, cuyo consumo se dispara en este tipo de contexto, los cero emisiones son perfectos para conducir por ciudad y así sumarle metros a la batería.

Cuidado con los extras

Los extras, si se añaden o se usan sin un poco de atención, acaban pasando factura sea cual sea el tipo de motor. Igualmente sucede con las cargas de maletero. Así pues, para evitar que la autonomía de un coche eléctrico se dispare, hay que evitar este tipo de sobrecargas. 

Con el uso del sistema de climatización, el truco es conseguir la temperatura ideal del habitáculo cuando la batería está cargando, para no perder ni un ápice de energía durante la ruta. Desde PSA calculan que un uso excesivo del climatizador puede reducir el radio de acción de la batería en un 35%. 

La presión de los neumáticos también puede influir en la energía que consume el coche y, por tanto, en la autonomía. Unas ruedas poco infladas consumen más energía y reducen el kilometraje disponible, al igual que en los coches de combustión aumentan el gasto de combustible. 

Planificar la ruta

En este caso, los eléctricos se comportan igual que los motores de combustión. Es mejor planificar las rutas y tratar de evitar carreteras montañosas o puertos con desnivel para reducir el consumo de energía. 

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