El 75% de los alérgicos ven disminuidas sus capacidades al volante
- Los síntomas de la alergia aumentan en un 30% las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico.
- Uno de cada tres medicamentos interfieren en la conducción.
Ya empezado el periodo de alergias y la primavera, cada vez son más los españoles afectados por los síntomas de estas reacciones a diferentes patógenos como el polen, las gramíneas o los olivos. Se calcula que entre 14 y 16 millones de españoles sufren algún tipo de alergia y que en la mitad de ellos es al polen.
Los síntomas de la alergia pueden llegar a impedir el desarrollo de actividades cotidianas al causar escozor en los ojos, picor de nariz y estornudos e incluso problemas de respiración o ataques de asma. Sin duda, uno de los grupos más afectados es de los conductores.
Desde el portal online Acierto.com apuntan que un 75% de los conductores con alergias confiesan ver disminuida su capacidad para ponerse al volante, tras recopilar una serie de datos sobre este fenómeno. Desde esta web se indica que la irritación y lagrimeo "es el síntoma de mayor riesgo, pues aumenta la sensibilidad a las luces y al sol, y la sensación de fatiga".
Además, se estima que sufrir síntomas de alergia mientras se conduce puede aumentar incluso en un 30% las probabilidades de sufrir un accidente de tráfico. Encadenar varios estornudos seguidos durante cinco segundos, conduciendo a una velocidad de 90 kilómetros por hora, equivaldría a recorrer 140 metros a ciegas.
Los medicamentos
El uso erróneo de medicamentos para alergia puede ser también un riesgo en la conducción. Además, muchos antihistamínicos están contraindicados para tomar si la persona medicada se va a poner al control de un vehículo, llegando a ser la causa de un 10% de los incidentes de tráfico que acontecen durante esta temporada del año.
Desde Acierto.com señalan que solo el 20% de los alérgicos está siendo tratado por un médico, quien deberá ser consultado sobre la posibilidad de conducir o no durante el periodo de alergias, mientras que el 80% restante tiende a automedicarse sin control de un facultativo.