¿Qué es la DGT 3.0 y cómo va a cambiar la manera de conducir?

Luz de emergencia V-16.
Luz de emergencia V-16.
CARGLASS
Luz de emergencia V-16.

El despliegue de accesorios y extras que permite el desarrollo de la tecnología tiene un gran abanico de posibilidades de aplicación en el campo del automovilismo y la seguridad vial. Una de las novedades del año pasado, que también marcará el 2021, es la incorporación de una nueva señal que sustituye a los triángulos de emergencia, haciendo mucho más seguro señalizar un accidente o una avería en carretera.

La luz V-16, ya aceptada como sustituta de los triángulos por la DGT, permite que el conductor señale que su vehículo está parado en el arcén sin salir del coche. Esta señal se coloca sobre el techo del automóvil y debe ser magnética y resistente a la lluvia, además de tener una batería de al menos media hora, para ser válida según el reglamento.

Estas luces, que ya pueden usarse, tendrán que estar conectadas a la DGT 3.0 (aunque todavía no es obligatorio que lo estén ya que no existe un proceso certificación publicado). A partir del próximo 2026 sí será obligatorio que las luces estén conectadas a esta nube de la seguridad vial, pero ¿cómo funciona?

Un plataforma digital para conductores

La DGT 3.0 es una plataforma digital que conecta a los usuarios de la vía en tiempo real con el objetivo de ofrecerles información en tiempo real sobre el estado de las carreteras, posibles emergencias y accidentes. Gracias a los coches inteligentes, se podrán recibir avisos en el vehículo si se está cercando de una zona con obras, con vehículos parados... Al incluir la posibilidad de que las señales V-16 se conecten a esta plataforma, la DGT recibirá el aviso de un vehículo parado en el arcén e informará al resto de usuarios a través de los paneles informativos y de sus propios sistemas de infoentretenimiento.

Además, este año 2022 concluye una de las primeras fases que tiene como finalidad preparar las vías, sensorizándolas, para obtener en tiempo real información del tráfico y desarrollar así los vehículos autónomos, por ejemplo. A partir de este año y hasta 2026, se pretende desarrollar la tecnología suficiente para que las carreteras monitoricen tareas más complejas y permitan la carga en carretera, la priorización del transporte público, el acceso a vehículos compartidos o carriles de emergencia virtuales entre otras.

Interconectados

Uno de los agentes centrales de este ambicioso proyecto son los fabricantes de vehículos que, mediante el desarrollo de tecnologías 5G, permiten esta conectividad de los automóviles con la red. También es importante la distribución de datos anónimos que lleguen no solo a los conductores, sino a todos los usuarios de la vía para crear una red de información que se retroalimente. 

La DGT 3.0 permite la interconexión entre todos los actores que forman parte de la movilidad (fabricantes de vehículos, empresas de alquiler, plataformas de transporte público, ayuntamientos, aseguradoras, fabricantes de dispositivos de conectividad, proveedores de aplicaciones relacionadas con movilidad segura y eficiente y los diferentes usuarios de las vías) siendo la interconectividad como clave

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