Las autopistas de peaje forman parte de la red de carreteras de alta capacidad de España, en la actualidad están en funcionamiento más de 1.500 kilómetros que son gestionados por el Ministerio de Transportes, algunas comunidades autónomas y por la Sociedad Estatal de Infraestructuras de Transporte Terrestre (SEITT).
Por otra parte, para circular por ellas es obligatorio abonar una tasa por el uso, aunque, en los últimos años, algunas de estas autopistas se están convirtiendo en gratuitas, debido a que se han liberalizado.
¿Cuál fue la primera autopista de España?
La primera vía de alta capacidad de pago en nuestro país fue la A-19 entre Montgat y Mataró en la provincia de Barcelona, que se inauguró el 2 de julio de 1969, en la actualidad esta autopista corresponde con la C-32, que gestiona la Generalitat de Cataluña.
A ella, le siguieron, durante la década de los 70, algunas autopistas que aún siguen siendo de pago en la actualidad, como la AP-68 (Bilbao-Zaragoza) en 1978, la AP-8 (autopista del Cantábrico) en 1971 o el túnel de Guadarrama en la AP-6, que ya tiene fecha para que sea gratuito.
¿Cuáles fueron las razones de la construcción de las autopistas?
Este desarrollo de las autopistas de peaje se produjo durante los últimos años del régimen de Franco, ya que España necesitaba vías de alta capacidad para comunicar las ciudades más grandes del país, por ello se aprobó la Ley 8/1972, de 10 de mayo, de construcción, conservación y explotación de autopistas en régimen de concesión.
Es decir, el Estado permitía a empresas privadas construir y financiar las nuevas autopistas, ya que el Estado no disponía de tanto dinero para emprender estos proyectos, a cambio de un sistema de concesiones, por las que obtendrían los ingresos generados por los peajes, y serían estas concesionarias quienes se ocuparían de los gastos de mantenimiento durante el periodo establecido por el Estado. En definitiva, un negocio bastante rentable para las empresas concesionarias.
¿Cuál es la multa por saltarse un peaje en España?
El artículo 75 de la Ley de Tráfico establece que no abonar el peaje, tasa o precio público cuando sea exigible constituye una infracción leve. En el caso específico de no pagar la tarifa para circular por la autovía o carretera correspondiente, la sanción estipulada es de 100 euros.
Además, si un conductor decide abandonar su vehículo en el peaje como resultado de su negativa a pagar la tarifa, la multa impuesta por la Dirección General de Tráfico se eleva a 200 euros.
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