La Dirección General de Tráfico (DGT), desde hacer ya varios años, intenta erradicar por completo que los conductores circulen por las carreteras de España después de haber ingerido alcohol o drogas. Esta acción, que puede llegar a ser muy peligrosa para tu seguridad y para toda la gente que transita por la calzada, provocó que más del 50% de los fallecidos en vías de circulación diesen positivo por alcohol o drogas, un dato muy preocupante.
Por ello, el organismo presidido por Pere Navarro ha incrementado los controles para tener una comprobación mayor sobre el número de conductores que infringen una Ley que podría estar penada hasta con pena de prisión si se supera en exceso sus límites marcados.
¿Cómo se realizan los controles de alcohol y drogas?
Es un método muy sencillo. En cuanto a las pruebas de alcoholemia, los agentes en cuestión sacan una especie de boquilla para soplar dentro de ella y así medir la cantidad de alcohol en miligramos por litro en aire espirado. Si en una primera prueba das positivo tendrás que realizar una segunda en un límite de 10 minutos entre ambos test. Si vuelves a sacar un resultado igual o similar, la Guardia Civil inmovilizará el vehículo y te sancionarán.
Por otro lado, las pruebas antidrogas se realizan cogiendo una muestra de saliva de la persona en cuestión. En caso de dar positivo, se realiza otra segunda prueba que confirme el reciente consumo de sustancias estupefacientes. Asimismo, este segundo test lo envían directamente al laboratorio para obtener un resultado 100% seguro. Si vuelve a salir un resultado similar, el conductor no podrá continuar con la marcha y será sancionado.
No obstante, el usuario podría pedir un análisis de sangre que confirme dichas pruebas. En este caso, tendrán que trasladar al conductor hacia un centro hospitalario o centro de salud para adquirir los resultados de un nuevo test. ¿Qué ocurre si vuelve a dar positivo? Pues bien, la factura la tendría que pagar el infractor y el informe médico ayudará a tramitar el expediente de la Guardia Civil.
¿Te puedes negar a hacer la prueba de alcohol o drogas?
La respuesta es clara y sencilla: no puedes negarte a realizar dicha prueba. Esta acción podría acabar en posibles penas de cárcel por incumplir el artículo 383 del Código Penal: "Negarse a someterse a uno de estos controles se considera delito, con penas de prisión de entre 6 meses y un año, así como la sustracción del permiso de conducir de 1 a 4 años", reza dicho artículo.
Sanciones por dar positivo
Los agentes comenzarán a multar en dichos controles si los usuarios en cuestión dan un resultado por encima de los 0'25 mg por litro en aire espirado o 0'5 gramos por litro en sangre. Por otro lado, esta cantidad disminuirá hasta los 0'15 y 0'30 mg para los conductores profesionales y nóveles, respectivamente. La sanción económica será de 500 euros y 4 puntos menos en el carné de conducir por dar un resultado entre 0'26 y 0'5'. A partir de ahí y si sobrepasas el límite marcado, esta infracción podría ascender hasta los 1.000 euros y seis puntos.
Por otro lado, si el usuario supera este último umbral o 1,2 gramos por litro de sangre, este se enfrentaría a una pena de prisión entre 3 y 6 meses o pasar de 31 a 90 días realizando trabajos para la comunidad. Asimismo, estas infracciones serán similares a los positivos por drogas. Además, perderás de 1 a 4 puntos en el carné de conducir.
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